El presidente de Nigeria ha dicho que está preparado para otorgar amnistía a los grupos armados que operan en la zona rica en petróleo, del Delta del Níger, para que entreguen sus armas.
Los ataques a instalaciones petroleras y los secuestros del personal de las compañías multinacionales han reducido la producción de crudo de Nigeria en un 25 %, a lo largo del último año.
“Daremos amnistía a todos aquellos que estén dispuestos a deponer las armas. También incluirá su rehabilitación y reintegración en el sistema”, ha declarado Umaru Yar’Adua en una reunión de líderes de su Partido Democrático del Pueblo, PDP, en Abuja, el día 2 de abril.
Los grupos armados, tales como el Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger, MEND, aseguran que luchan por un mejor reparto de las riquezas proporcionadas por los recursos naturales de la región entre el pueblo.
Pero Yar’Adua asegura que su administración está dando a la región todos los fondos.
Rechazo de los rebeldes
MEND, que también pide la delimitación del delta, servicios básicos para las comunidades, la liberación de la cárcel de sus activistas y una compensación por la polución causada por la extracción de petróleo, ha rechazado la oferta de Yar’Adua.
“MEND no depondrá sus armas por un mero comunicado verbal del señor Yar’Adua”, ha comentado el grupo.
“La deposición de las armas sólo se considerará bajo un bien coordinado acuerdo de paz, bajo la supervisión de un respetado mediador internacional”, ha añadido el movimiento en un comunicado transmitido por e-mail a la Agencia de Noticias de Reuters.
Yar’Adua ha declarado que el Consejo Nacional de Seguridad, en el que se incluyen los ministros de Defensa, Interior y Exteriores, además de otros altos cargos de seguridad, se reunirá la semana próxima para elaborar “nuevas reglas de compromiso” con el Delta del Níger.
La inestabilidad ha obligado a los gigantes del petróleo como Royal Dutch Shell, Exxon Mobil y Chrevron, a evacuar de la región a todo su personal extranjero salvo el imprescindible, mientras que la caída en la producción ha afectado a los ingresos del estado de Nigeria.
Aunque Nigeria es el octavo país exportador de petróleo del mundo, más del 70 % de la población vive con menos de un dólar al día, y un tercio de la población vive por debajo del umbral de la pobreza.
En un informe del Consejo para las Relaciones Exteriores de los Estados Unidos, en 2006, se asegura que pocos nigerianos se han visto beneficiado, desde que comenzó la exploración petrolífera, en 1970, porque la distribución de las ganancias ha sido socavada por la corrupción y la mala administración.
(Aljazeera, 03-04-09)