El gobierno de Argelia acaba de publicar un decreto reglamentando las 20.000 mezquitas e instituciones religiosas del país, re tomando así el control de los lugares utilizados por los grupos extremistas musulmanes durante el “decenio negro” de 1990 a 2000.
El artículo 8 del decreto precisa que la “ mezquita asegura una función de orientación que consiste en pedir hacer el bien y condenar el mal” Para conseguir esto, estas instituciones religiosas deben de “contribuir a reforzar la unidad religiosa y nacional, preservar la sociedad contra las idead fanáticas, extremistas y exageradas, enraizar y consolidar los valores de tolerancia y solidaridad en el seno de la sociedad, luchar contra la violencia y el odio, y contra todo lo que esto podría traer de consecuencias en el país”. De otra manera, el decreto es para que las mezquitas tengan un “papel esencial, independiente de toda influencia política u otra”, prohibir “la explotación de las mezquitas para fines de objetivos ilícitos, sean personales o colectivos, o de fines puramente materiales”. Igualmente el artículo 12 prohíbe “explotar las mezquitas en vista de crear prejuicios contra personas y grupos”.
Otra disposición regula la colecta de fondos en las mezquitas que estén sometidas a una autorización administrativa. Durante los años 1990 las mezquitas eran en efecto muy utilizadas para el financiamiento de los grupos terroristas.
El ministro argelino de Asuntos Religiosos, Bouabdellah Ghlamallah invito el 22 de Enero a los imanes del país a comprometerse “totalmente en la lucha contra el extremismo y el oscurantismo” recordando que el papel de las mezquitas es también “la de preservar la sociedad y de inmunizarla contra la división y el odio”. El 16 de Enero ya había anunciado que 800 imanes han sido formados entre el 2010 y el 2012 lo que constituye “un mejoramiento progresivo” del nivel de formación de imanes y responde a las necesidades de la sociedad. Otros 1500 imanes conferenciantes, 240 “imanes principales”, los muecines y los profesores de Corán han sido también reclutados por el Estado. Todos son diplomados por la universidad y recibirán una formación complementaria en los institutos religiosos.
Arcre
Traducido y editado para la Fundación Sur