El Frente Polisario, el día 24 de octubre, todavía se encontraba buscando a los secuestradores de tres cooperantes extranjeros, tomados como rehenes el domingo, día 23 de octubre, en un campo de refugiados de Tinduf.
“Todavía tenemos la esperanza de atrapar a los terroristas que han llevado a cabo este acto, que se dirigían, según las últimas noticias, hacia Mali, afirmó una fuente en Tinduf, añadiendo que “la distancia que separa a los atacantes de las tropas del Polisario es de 50 kilómetros. Y que los atraparán tarde o temprano”. Esto es desmentido por un ministro de Mali, que afirma que “no hay ningún rastro de los rehenes europeos en el norte de Mali”. “El secuestro se llevó a cabo en un territorio que el Polisario dice controlar. Por lo tanto lo que está ocurriendo es su responsabilidad”, añadió. Según los testigos, un grupo armado se introdujo, en la noche del sábado 22 al domingo 23 de octubre, en el centro de acogida de Hassi Rabuni, que alberga la sede del gobierno de la República Árabe Saharaui Democrática, RASD.
El guardia saharaui que resultó gravemente herido durante este asalto, “cuyo coche fue acribillado a balazos”, parece estar fuera de peligro, después de ser trasferido al hospital de Tinduf. Es la primera vez que un ataque de este tipo es perpetrado en los campos de refugiados. “Esto ha causado un clima de miedo y aflicción. No es la sicosis, sino la tensión palpable, tanto en los trabajadores humanitarios y extranjeros como en la comunidad saharaui”, explica uno de ellos. Estos temores, no han provocado, por ahora, ninguna deserción. “Aquí nadie se ha planteado hacer las maletas, más bien al contrario”, afirma.
Aunque el ataque todavía no ha sido reivindicado, los saharauis están convencidos de que se trata de un acto perpetrado para socavar su causa. El presidente de la RASD, Mohamed Abdelaziz, ha reafirmado que el gobierno ha tomado las medidas necesarias y ha establecido contactos con los países vecinos y todas las partes afectadas, para perseguir a los terroristas y liberar a los rehenes.
En una carta dirigida a la Unión Africana, publicada por la agencia de noticias Sahara Press Service, Abdelaziz demanda con urgencia a la Unión Africana y la comunidad internacional que “condenen este cobarde atentado, que se solidaricen, y que ayuden y apoyen al pueblo saharaui y al Frente Polisario, para hacer frente a tal acto terrorista”.
Para el presidente saharaui, “este ataque terrorista contra los pacíficos campos donde viven refugiados saharauis pacifistas, mujeres, niños, personas mayores, discapacitados, representantes de organizaciones internacionales y de ONG y trabajadores humanitarios, pretende intimidar a los cooperantes extranjeros, alterar la solidaridad internacional con la causa de estos refugiados, además de estrechar el cerco contra ellos, privándolos de la ayuda humanitaria internacional”.
GHANIA LASSAL
(El Watan, Argelia, 25-10-11)