El fiscal general de Burundi le pidió a las autoridades belgas la extradición del periodista Antoine Kaburahé, director del grupo Iwacu, el único periódico privada que continúa estando activo en el país. El cronista se encuentra en Bélgica oficialmente por un proyecto de investigación universitaria.
El 16 de noviembre Kaburahé fue interrogado en el marco de la investigación sobre el intento fallido de golpe de Estado del 13 de mayo, pero él afirma que no se le había prohibido salir del país. «Voy a salir con la frente en alto de esta historia absurda», comentó. Por su parte, la organización Reporter Sans Frontieres, que en los últimos años ha prestado apoyo a Iwacu, habló de una «escalada de la lógica represiva del poder».
Hace dos días las autoridades de Burundi suspendieron en forma provisoria las actividades de diez organizaciones de la sociedad civil, incluyendo a las ONG dirigidas por Pierre Claver Mbonimpa y Marguerite Barankitse, activistas exiliados. «Parece ser un intento de silenciar las voces disidentes y restringir el espacio democrático», comentó el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein.
MISNA
((Fundación Sur)
