El feminismo en África Subsahariana

12/07/2017 | Crónicas y reportajes

El feminismo según los africanos

Los movimientos feministas en África son plurales y variados. África subsahariana se ha caracterizado por el dinamismo y por importantes cambios que se han ido produciendo desde hace cerca de sesenta años. Al igual que en Bélgica, en ocasiones se dan contradicciones o se tiende a confundir a los movimientos feministas con los movimientos femeninos que emplean diferentes medios para defender los derechos de las mujeres y promover la justicia social. Los movimientos femeninos ponen de manifiesto la concienciación que supone el hecho de considerar a la mujer como miembro de pleno derecho en el proceso de desarrollo. Los movimientos feministas por su parte son un relevo político a estos movimientos femeninos y juegan el papel de órganos estratégicos y de promoción.

feminismo_africano.jpgLas feministas en África son, como en otros lugares, objeto de estigma y desconfianza social. Sobre todo al poner en tela de juicio los modelos socio-económicos así como el rol que tiene la mujer en su país. Además, a menudo se malinterpreta la noción de feminismo o se emplea con connotaciones peyorativas. Reivindicar tus derechos en África implica el riesgo de ser excluido social y/o políticamente. Resulta complicado para muchas mujeres mostrarse como feministas.
En ocasiones se las tacha de elitistas porque se presupone de ellas que solo hablan con mujeres instruidas y no con mujeres rurales. Esto nos recuerda a las primeras feministas belgas a las que los obreros les reprochaban pertenecer a la burguesía [1]. A otras se las critica por importar las ideas occidentales para causar distorsiones o conflictos en las sociedades africanas. De ahí la idea de “No quemamos nuestros sostenes”. Sira Diop [2] diría: “ todo lo que queremos es más derecho y un poco de tiempo libre” [3]. “En el feminismo a la africana, nunca se ha rechazado al otro sexo. Normalmente no rechazamos el poder masculino, intentamos apropiárnoslo” [4].

En general, se puede decir que las percepciones del feminismo de acuerdo con los africanos muestra un doble rasgo: la primacía de la defensa de los derechos de las mujeres y la necesidad del apoyo masculino al progreso y a las reivindicaciones de las mujeres. Por otro lado, el cambio de mentalidad es indispensable para mejorar ciertas prácticas contra las mujeres, percibidas como dogmas, y los hábitos culturales y las costumbres. Ser feminista puede, así mismo, contribuir a liberar frustraciones psicológicas vinculadas con la presión social y a las relaciones entre hombres y mujeres. En definitiva, no es necesario ser feminista para defender los derechos de las mujeres [5].

Pluralidad de tendencias feministas

Las reivindicaciones feministas son diversas, incluso algunas pueden considerarse anarquistas. Además, la manera de defender el feminismo varía en función de la implicación que se tenga y del grado de militarismo.

Las diferentes corrientes feministas en ciertos casos encuentran su fuente de inspiración en la religión y se hallan bajo la influencia del pasado histórico. Existen feministas radicales, conservadoras, moderadas, activistas, no-declaradas y hombres feministas [6].

Las feministas radicales consideran la supremacía de la mujer con respecto al hombre y rechazan a los hombres que, según ellas, tratan a las mujeres como objetos sexuales y accesorios.

Las conservadoras creen en la institución familiar, y en el apoyo del hombre para mejorar la situación de las mujeres; otorgan un lugar importante a la mujer y promueven el respeto de la mujer tanto en familia como en pareja.
Las feministas moderadas reivindican sus derechos “de manera calmada” y realizan el cambio mediante acciones cotidianas, especialmente mediante la educación de las niñas y de los niños.

Las activistas reivindican sus derechos alto y claro con acciones contundentes que causen impacto [7]. Las feministas “no declaradas” no saben que son feministas o quizás no se atrevan a reconocer que lo son aunque sus acciones sí puedan considerarse propias de feministas.

Otras feministas se basan en la religión y consideran que constituye un elemento clave en la emancipación de las mujeres. Algunas llegan aun más lejos defendiendo la idea de que Dios es una mujer negra. De hecho una joven que defendía sus ideas en este sentido, llevaba una camiseta donde se leía “I met God and she is black” .(a)

En fin, existen hombres feministas y, gracias a algunas de sus acciones y decisiones políticas o socio-culturales, se ha reforzado la emancipación de la mujer en África. Hemos de tener en cuenta que la diáspora africana en Bélgica o cualquier otro lugar en Occidente juega un papel importante en la evolución del feminismo africano.
Pese a estas divergencias, las organizaciones feministas comparten un punto fuerte común: se asocian para expresar su militarismo y para tomar decisiones relativamente independientes del Estado, de organismos financiadores extranjeros u otras presiones externas [8].

El feminismo en Uganda

Uganda, antiguo protectorado británico (1894-1962) es uno de los pioneros y un modelo a seguir en materia de feminismo en África. Esto puede deberse a la influencia de las mujeres británicas, que fueron unas de las primeras en movilizarse en Europa para la defensa de los derechos de la mujer.

En la sociedad tradicional ugandesa, la historia medio legendaria cuenta que había mujeres con mucho poder. Las mujeres han gobernado del siglo XIII al siglo XV. Este fue el caso de Naku, hija de Mukibi, el fundador del clan Lugave (que significa Pangolín (b), emblema del clan) en el siglo XIV [9].

Durante el periodo colonial, las misioneras de la caridad y las esposas de los administradores y de los hombres de negocios coloniales crearon las primeras asociaciones de mujeres. La educación extraescolar de las mujeres se enfocaba a ayudarlas a cumplir mejor sus labores de esposa, de madre y de ama de casa. Al mismo tiempo, en el Congo Belga, las feministas belgas y las misioneras, entre las cuales se encontraban jesuitas, jugaban un papel similar [10]. En 1898, vio la luz la primera escuela de niñas y posteriormente, en los años 1930-40 y por iniciativa de la Liga de mujeres de Uganda, se abrirían guarderías y hospitales [11]. En 1945, en el Colegio (actual Universidad) de Makerere se crea un departamento de estudios para mujeres. De este modo, nuevas carreras y el poder abrirían sus puertas a las mujeres.

Entre 1950 y 1960, tiene lugar una reforma de los derechos del matrimonio (replica de la Ley sobre Matrimonio británica de 1904), del divorcio y de la herencia. Después de la época colonial, la poligamia fue condenada por la Iglesia cristiana por considerarla un acto inmoral. El derecho a voto se consigue en 1962 para mujeres mayores de 21 años. Fue en este periodo cuando también se forman las organizaciones laicas.

En los años 90 se forman diversas asociaciones de mujeres para hablar en nombre de las mujeres y exigir sus puestos, prioridades y derechos. El gobierno reconoció la legitimidad de tales asociaciones y nombró a mujeres como representantes en las instituciones políticas como parlamentarias, ministras, secretarias de Estado, etc. Las movilizaciones se enfocaban a formular quejas y peticiones y manifestarse contra las decisiones políticas por ejemplo luchando contra las desigualdad en el acceso a la educación o a las funciones de dirección y participación política de las mujeres. Las mujeres implicaron en su lucha a sus maridos, a las Iglesias cristianas y a las musulmanas. Además organizaron conferencias regionales sobre las preocupaciones de las mujeres.

A pesar de todo, Aili Maria Tripp considera que ciertas ugandesas defienden la causa de “un grupo de mujeres en detrimento de otros, centrándose más en las mujeres de la ciudad que en las mujeres rurales; en las casadas más que en las solteras; en las más mayores más que en la jóvenes y en ciertos casos, en las mujeres con más estudios más que en las menos instruidas” [12].

Entre las feministas, Miria Matembe cuenta: “Siendo yo pequeña, mis padres prefirieron invertir financieramente en la educación de mi hermano ¡ algo que ya me indignaba! No esperé a estudiar el feminismo en el colegio para comprender que era necesario actuar y enfrentarse a esta situación. No creo que el feminismo venga de Occidente, es algo que está arraigado a nuestras sociedades en África. ¡Por eso he estudiado derecho, para defender más igualdad entre hombres y mujeres!” Dice alto y fuerte: “soy una feminista conservadora”. “Es necesario luchar oir los derechos de las mujeres sin ir en contra de los hombres y sin prohibir la institución famliar” [13].

El feminismo en Burkina Faso

Burkina Faso, o el país de los hombres íntegros ( c), es una antigua colonia francés, independiente desde 1960. En materia de derechos de la mujer, entre 1980 y 1990, Burkina consiguió ciertos logros y reconocimientos oficiales. La preparación de la Conferencia de Beijing en 1995 marcó los movimientos feministas con el nacimiento de multitud de organizaciones de mujeres.

En la historia de las mujeres en Burkina, no ha habido realmente movimientos feministas. Una de las primeras leyendas habla de la princesa Yennega que se mantiene como un símbolo de la emancipación de las mujeres. En el siglo XI, la princesa Yennega se niega a casarse con el hombre que su padre le presenta y huye a caballo, a pesar de que estuviera prohibido para las mujeres montar. Del mismo modo, fue una de las primeras guerreras y participó en actividades de caza. [14]

En 1912, las misioneras Hermanas Blancas llegaron a Burkina Faso. La educación de las Hermanas evitó que las niñas fueran sometidas al matrimonio forzado y les permitió aprender un oficio. Se las formó en trabajos del hogar, higiene y alimentación – lo que se corresponde con el ideal predominante en la Europa de la época. [15] .

Los cambios reales en la emancipación de las mujeres tuvieron lugar bajo Tomás Sankara (1983-1987) y esto ha continuado hasta nuestros días: la prohibición del matrimonio forzado y la herencia de la esposa [16] o forzar el acceso de las mujeres a la política …. [17]

Un feminismo “ no declarado” en el país de los hombre íntegros

Al contrario de Uganda y de Bélgica, el feminismo en Burkina Faso no ha sido un movimiento surgido de diferentes luchas. Sin embargo, siempre ha habido feministas “no declaradas” que han contribuido a mejorar la condición de la mujer en Burkina. Raras son las burkinabés que declaran su feminismo. Entre ellas, Alice Tiendrébéogo, Monique Ilboudo, respectivamente antiguas Ministras de Promoción de la mujer y de los Derechos Humanos. Por su parte, Tara Nacanabo, una activista por los derechos de la mujer precisa: no estoy en contra de los hombres, pero quiero mejores condiciones para las mujeres”. Se niega a ser considerada feminista, una contradicción verbal pero no respecto a los actos [18].

¿Por qué Burkina Faso no ha visto nacer un verdader movimiento feminista= En principio, como ocurre en otros países colonizados por Francia, la independencia les permitió adquirir automáticamente ciertos derechos que habían obtenido las muejres en Francia y en Occidente [19]. Desde la independencia, las primeras organizaciones feministas y las mujeres instruidas se organizaron en asociaciones. Pese a ello, son raros los movimientos sociales específicamente feministas y autónomos en Burkina, mientras que el país cuenta con un centenar de asociaciones feministas y miles de agrupaciones femeninas (8.000 pueblos) [20].

En conclusión, es preciso señalar que las estrategias y las acciones de Naciones Unidas y de otros socos financieros en Burkina han jugado un papel importante en la mejora de las condiciones de la mujer, entre otras: igualdad en las condiciones de formación del matrimonio, la libertad de elección conjunta, la prohibición por ley de toda discriminación en materia de empleo y de profesión , la protección de la mujer embarazada, la prohibición de la práctica de la mutilación genital femenina, el derecho a voto femenino…[21].

Actualmente, ya sea en Burkina Faso o en Uganda, pese a la obtención de algunos derechos y la mejora de la situación de las mujeres, estas sufren todavía tratos desiguales en la vida social y política, discriminación, injusticia y violencia sexual y física [22].

Un combate que no cesa

Tanto en Uganda o en Burkina Faso como en Bélgica, el feminismo como movimiento social aporta una toma de consciencia de las desigualdades y de la discriminación con respecto a la mujer. Es de este modo como las mujeres han alcanzado el derecho a voto, una participación política más amplia, se encargan de las mismas tareas que los hombres, etc. Todos estos cambios precisa de la participación de los hombres y de las no-feministas, pero el impulso de las feministas fue necesario y continua siendo capital.

Es un combate que no cesa. Un impulso siempre necesario, que requiere la colaboración de todas y de todos, sea cuales sean los continentes o los países donde vivamos.

Por Salimata Kaboré [23]

Fuente : Centre Avec

Notas

[1] ver Jacques Catherine, « El feminiso en Bélgica desde el fin del siglo xix a los años 1970 »,Courrier hebdomadaire du CRISP, 7/2009 (n° 2012-2013), p. 5-54.
URL : http://www.cairn.info/revue-courrier-hebdomadaire-du-crisp-2009-7-page-5.htm
DOI : 10.3917/cris.2012.0005

[2] Sira Diop es la antigua presidenta de la Union Nacional de Mujeres de Mali. Veir Robert Bourgoing, « L’Afrique invente son féminisme » www.bourgoing.com/presse/feminismetxt.htm).

[3] Propos recueillis par Locoh Thérèse, et Puech Isabelle, « Fatou Sow. Les défis d’une féministe en Afrique », Travail, genre et sociétés, 2/2008 (Nº 20), p. 5-22.
URL : www.cairn.info/revue-travail-genre-et-societes-2008-2-page-5.htm
DOI : 10.3917/tgs.020.0005

[4] Ilboudo Monique, «Le féminisme au Burkina Faso : mythes et réalités», Recherches féministes, Volume 20, numéro 2, 2007, p. 163-177 (paragraphe 20) www.erudit.org/revue/RF/2007/v20/n2/017610ar.html.

[5] Resumen hecho a partir de las diferentes intervenciones en el Symposium « (Re)thinking feminism and Black Womanhood » auquel nous avons participé, Goethe-Zentrum Kampala, 10/09/2016 .

[6] Idem.

[7] Ngozi Adichie Chimamanda, « We should all be feminists » (www.youtube.com/watch?v=hg3umXU_qWc et www.africanfeministforum.com).

[8] Tripp A. M., Women and politics in Uganda, The University of Wisconsin Press, 2000, p.34.

[9] Cf. Tripp A. M., op. cit., p.35.

[10] Cf. Cornwall A., “Readings in gender in Africa”, The International African Institution in association with Indiana University Press, 2005, p.53.

[11] Cf. Tripp A.M., op.cit., p35.

[12] Cf.Tripp A.M., op. cit., p.14.

[13] Matembe M., Women in the eyes of God: Reclaiming a lost identity», New Life Publishers, Kampala, Ouganda, 2009, pp.19-20.

[14] Ilboudo M., Droit de cité, être femme au Burkina Faso, Éditions du Remue-ménage, 2006, p.131.

[15] Ki-Zerbo J., A quand l’Afrique ? Entretien avec René Holenstein, L’Aube, 2004, p.124.

[16] Herencia de la esposa es una práctica cultural de dar una herencia de la viuda a otra persona, o forzar a una viuda o hermana a casarse con el hermano de su marido u otro pariente (www.endvawnow.org/fr/articles/621-definition-des-autres-formes-de-mariages-forces-lepouse-heritee-le-levirat-et-le-sororat-.html).

[17] Gakunzi D., Thomas Sankara. « Oser inventer l’avenir » : La parole de Sankara, Pathfinder et l’Harmattan, 1991, p.221.

[18] information.tv5monde.com/terriennes/tara-nacanabo-feministe-malgre-elle-au-burkina-faso-50618

[19] Cf. Ilboudo M., op.cit.

[20] Cf. Notes de H. Koanda Zongo, miembro de la ’Asociació Kebayina de mujeres de Burkina, parar preparar lel forum de de la Asociación por los derechos de la mujeres en el desarrollo (AWID), una orgsanización asociativa feminista mundial que existe desde 1983 (sur le site de l’Organisation internationale de la francophonie « Genre en action »,www.genreenaction.net/IMG/pdf/habibou.pdf).

[21] Cf. Ilboudo M., op. cit., p.90-93, 124, 137, 139.

[22] En política, muy pocas mujeres son ministras. En el trabajo, pocas mujeres están en puestos de dirección y sus salarios son más bajos. Algunas costumbres tratan a las mujeres como inferiores y no respetan su dignidad. Sobre la violencia, hay que tener en cuenta el espectáculo «Cry a la dignidad de las mujeres», el coreógrafo Valérie Miguel, que trabaja con mujeres de Uganda violadas, y con quien tuvimos una charla como parte de este trabajo.

[23] Originaria de Burkina Faso, Salimata Kaboré, Asesora de Comunicaciones, se graduó en la ULB (Universidad Libre de Bruselas) en Ciencias Políticas y IHECS en Comunicación y Cooperación para el Desarrollo. Antigua miembro del equipo del Centro Avec , estudió la situación y el papel de las mujeres subsaharianas en Bélgica. En los últimos años ha estafo en países africanos (República Democrática del Congo, Uganda), centrándose en particular en la cooperación internacional, así como en el el lugar y el papel de la mujer en la sociedad.

Notas de la traductora

(a) en inglés: “Conocí a Dios y es negra”.

(b) Pangolín: Mamífero del orden de los desdentados, cubierto todo, desde la cabeza hasta los pies y la cola, de escamas duras y puntiagudas, que el animal puede erizar, sobre todo al arrollarse en bola, como lo hace para defenderse, y del que hay varias especies propias del centro de África y del sur de Asia, que varían en tamaño, desde 60 a 80 cm de largo hasta el arranque de la cola, casi tan larga como el cuerpo.

(c) Expresión también traducida como “hombres justos” en otros documentos.

[Traducción, Marta Sánchez Capel]

[Fundación Sur]


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