El ejército de la República Democrática del Congo (RDC) anunció el sábado pasado que los enfrentamientos con los rebeldes ugandeses de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF) se producían en las afueras de Beni, después de un ataque de sus posiciones en la noche del viernes al sábado.

Mak Hazukay, capitán portavoz del ejército de la RDC en esta región, declaró que «El ADF atacó nuestras posiciones en las afueras de la ciudad de Beni, en la noche del viernes al sábado. Actualmente les rechazamos pero las operaciones están aún en curso. El balance se hará al final de las operaciones. Los enfrentamientos son con armas pesadas y ligeras». Paul Sabuni, un maestro de 39 años residente en la localidad, preguntado por la AFP informó: «Mi vecino fue abatido por una bala perdida. Las luchas son violentas con detonaciones en el barrio de Bel Air, en las afueras de Beni. Desde entonces, el barrio se ha vaciado de sus habitantes».

Los últimos enfrentamientos entre el ejército congoleño y el ADF se remontan a finales de mayo, habiendo muerto 5 soldados congoleños y 14 rebeldes ugandeses. Desde entonces se ha registrado una calma relativa durante todo el mes de junio.

Creados en 1989 para defender los derechos de los musulmanes, el ADF fue empujado gradualmente hacia el oeste por el ejército de Uganda y se estableció al este de la República Democrática del Congo, una región rica en recursos naturales y también rica en conflictos armados.

Las autoridades de la RDC, así como la Misión de las Naciones Unidas en el Congo (MONUSCO), les acusan de matar a varios cientos de civiles desde 2014 en la región de Beni. Dicha versión fue cuestionada en 2015 por el Grupo de Estudio sobre el Congo de la Universidad de Nueva York, según el cual, las responsabilidades están compartidas entre el ADF y otros elementos armados, incluidos los miembros del ejército congoleño.

[Fundación Sur]

Fuente: SlateAfrique

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