Antes de él, nunca un autor africano había logrado ganar el “Santo Grial de la literatura francesa”, el famoso Premio Goncourt. Tahar Ben Jelloun logró esta hazaña con su novela «La nuit sacrée» que hizo, del 16 de noviembre de 1987, un día glorioso para la literatura africana.
Como de costumbre, en noviembre, el mundo literario francés sólo tiene ojos para la Academia Goncourt. Escritores y editores apuestan abiertamente por los más prestigiosos y algo menos por los menos conocidos. Tahar Ben Jelloun, se encontraba entre los dos grupos. Se hizo famoso por la novela «L’enfant de sable», publicada hacía dos años (1985), y el nativo de Fez había publicado en 1987 la continuación: «La nuit sacrée”. En «L’enfant de sable”, el marroquí cuenta la historia de Ahmed, nacida mujer, pero convertida en hombre debido a la dureza de su padre que se niega a aceptar que el destino que le diera ocho niñas. A la última le pone por nombre Ahmed, le educa como a un niño y lleva el engaño al punto de casarla con una prima. El libro, basado en una historia real, fue un éxito. Así que cuando Tahar Ben Jelloun publicó, «La nuit sacrée», la novela recibió muy buenas críticas. Pero de ahí a imaginar que podría ganar el Premio Goncourt, había un trecho.
Sin embargo, la continuación de la historia de Ahmed, contada por la prosa de Tahar Ben Jelloun, atrajo a los miembros de la Academia Goncourt. Fue designado ganador del Premio Goncourt 1987 con diez votos contra dos. El marroquí se convirtió en el primer africano en ganar este premio.
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Fundación Sur
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