Egipto quiere enterrar oficialmente el hacha de guerra y relanzar sus relaciones con Argelia, según ha afirmado su jefe de la diplomacia, Ahmed Abou El Gheit.
La cumbre Francia – África, celebrada la semana pasada en Niza, Francia, estuvo marcada por los abrazos entre los presidentes Bouteflika y Mubarak. En el marco de esta cumbre, se reunieron los dos jefes de la diplomacia. Según Abou El Gheir, las discusiones entre ambos fueron “calurosas” y los dos expresaron su voluntad de relanzar la cooperación bilateral entre Argelia y Egipto, que estaban congeladas desde los incidentes ocurridos el 12 de noviembre de 2009. El jefe de la diplomacia egipcia ha afirmado que “los dos pueblos, el argelino y el egipcio, se necesitan mutuamente y necesitan coordinar sus esfuerzos para apoyar la causa árabe”.
Abou El Gheit recordó los lazos históricos que unen a los dos países “no hay que olvidar que el ejército argelino combatió en territorio egipcio y los hermanos egipcios no deben olvidar que los egipcios han sido un pilar en la lucha del pueblo argelino contra la ocupación francesa”. Para él, “los lazos entre los dos países no pueden verse afectados por un partido de fútbol”.
Hay que recordar que dos equipos egipcios, El Ahly y El Ismaïly se van a enfrentar al JS Kabylie en la liga de champions africana, siete meses después del estallido de la crisis entre Argelia y Egipto, con el regreso, al parecer, de las relaciones a la normalidad.
El año pasado, la tensión alimentada por los responsables del fútbol egipcio, en torno al partido que debía enfrentar en El Cairo a las selecciones de Argelia y Egipto, en la última jornada para la clasificación para el mundial, degeneró en un ataque en regla contra la selección argelina y los aficionados que habían viajado a El Cairo. La campaña mediática egipcia había adoptado, antes y después del partido del 14 de noviembre de 2009, el comportamiento de una guerra, donde se cuestionó la historia, la cultura e incluso la propia existencia de Argelia. Pseudo-artistas, políticos, religiosos y presentadores de televisión pusieron en marcha una campaña anti argelina que tuvo repercusiones muy negativas sobre las relaciones entre los dos países, hasta el punto de que los defensores de Egipto quemaron una bandera argelina y atacaron la embajada de Argelia en El Cairo.
Estos ataques fueron sancionados simbólicamente por la FIFA. Entonces, Egipto tomó la decisión unilateral de llamar a consultas a su embajador, a pesar de que regresó a Argel, un mes después, casi a hurtadillas. Los intereses económicos de Egipto en Argelia sufrieron el impacto negativo de este deterioro diplomático. Los argelinos atacaron los símbolos de la presencia egipcia en Argelia, sobre todo las agencias Djezzy y Egyptair. A largo plazo, la operadora de telefonía móvil egipcia Orascom intentó abandonar el mercado argelino. Otro gigante egipcio Aceros Izz, tuvo que abandonar un proyecto de inversión en la zona industrial argelina de Bellara. Según el ministro argelino, Hamid Temmar, todo esto tiene mucho que ver con el fútbol. Siete meses después de la crisis, las consecuencias siguen ahí.
A pesar de que los egipcios han reconocido, tarde, que hubo una agresión contra el autobús de los jugadores argelinos, se han negado a presentar disculpas. Las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores egipcio buscan una manera de pasar página y reconstruir las relaciones futuras sobre nuevas bases, lejos del chovinismo.
(Liberte, Argelia, 07-06-10)