La escena ya nos la conocemos. Líder malo con su pueblo, amigo de los «demócratas» de occidente. Millonario, hombre de acero, intocable, poderoso… Divino. Pasamos a la siguiente escena, en la que le tenemos chorreando sangre, ya que recién recibió dos, o más, tiros para acabar, según la «justicia» de algunos, con su ajetreada vida plagada de errores de bulto y de fantochismo. Ha muerto una eminencia, y de ello hacen su agosto hasta los periódicos, que gustan de mostrarnos el «lado oscuro del mundo». Ha muerto Mohamed Gadafi.
Los detractores y los que ahora decimos que perseguimos una democracia, a base de derrocar «como sea» a dictadores reconocidos, debemos empezar por sentirnos MR H, por que es exactamente donde radica las sensaciones que no debemos acunar con fuerza cuando las cosas se tuercen como se torcerían en Libia. Mucha rabia y ansias de venganza por parte de los «libertadores» han logrado que en lugar de apostar por la justicia, decidimos asesinar al líder más carismático que haya conocido el mundo después de Fidel Castro (opinión personal…). Por que me dirán lo que ustedes quieran, pero lo han asesinado vilmente, y yo, en ningún momento estoy de acuerdo con esas maneras búrricas de apostar por las libertades. Pero bueno, vivo en éste mundo, y se que todo lo que pasa es fruto de la doble personalidad y del famoso «demonio que llevamos dentro» todos.
Gadafi no debió haber muerto, al menos no de esa manera. No se mucho, pero imagino que juzgar a un tipo como él, a uno como Laden, a uno como… Debe ser una tarea difícil. Muchos son los que han comido de su mano y muchos son los que le ador(ab)an, por lo que lo más natural sería salvaguardar los nombres de aquellos que se llevaron el pastel libio a manos llenas y sin en ningún momento denunciar abusos cuando estos eran cometidos impunemente por el líder dictador de turno. Hipocresía, esa es la palabra que definiría todo lo que ha ocurrido en Libia estos últimos meses. Todos queríamos que se nos fuera del poder el hijo de su padre, que fuese juzgado con garantías y que tuviese su voz a la hora de decir sus cosas y defenderse, pero claro, eso se lo pides a personajes que han sido los que lo han matado y ni caso te hacen. Por que Gadafi tenía que «pagar por los crímenes cometidos contra… Su propio pueblo».
Continuará en:
DR JEKILL DICTADOR Y MR HYDE DEMOCRACIA
Gracias
