Dos periódicos de Libia, que están estrechamente relacionados con el bando reformista del país han sido forzados a suspender su publicación, según los propios diarios, pero los oficiales han negado que esto tenga que ver con la política.
Los dos periódicos están afiliados a Saif al Islam, el hijo de mentalidad reformista del líder libio Muhammad Gadafi, que, según analistas, compite con la vieja guardia conservadora por el control del manejo del poder en el país productor de petróleo.
La rivalidad en Libia entre conservadores y reformistas es seguida muy de cerca por las grandes petroleras de occidente, que han invertido miles de millones de dólares en proyectos de petróleo y gas y se preocupan por su esto pudiera estropearse por un cambio en el panorama político.
La compañía mediática Al Ghad, propietaria de los periódicos Oea y Quyna, asegura que ha estado bajo presiones de la prensa impresa controlada por el estado, y de oficiales a los que no les gustó un artículo de Oea que predecía una remodelación del gobierno.
“La junta directiva de la compañía ha decidido… suspender los dos periódicos”, asegura un comunicado enviado a la página web de Quryna. “La junta ha decidido continuar con la publicación de las ediciones on line y hacer todo lo que sea posible por desarrollar sus contenidos”.
La compañía optó por suspender las publicaciones para “evitar relaciones perjudiciales con los lectores”, asegura el comunicado.
Los periódicos Oea y Quyna han publicado artículos alegando corrupción oficial y demandando reformas, algo inusual en un país donde la mayoría de los medios son deferentes con el gobierno.
La Agencia de Prensa General, controlada por el estado, que dirige las prensas donde se imprimen ambos periódicos, niega que esté bloqueando su publicación.
En un comunicado impreso en el periódico al Shams la agencia dice que la versión de los hechos del grupo mediático es engañosa y que los problemas derivan de la propia gestión de los periódicos.
Fuentes de la industria de medios en Libia han declarado a Reuters que el grupo al Ghad, no ha pagado por el uso de las prensas de la imprenta durante varios meses.
Bandos rivales
Después de décadas de aislamiento internacional y de economía al estilo socialista, los reformistas liderados por Saif al Islam han dado sus pasos para mejorar las relaciones de Libia con el exterior, reformar su burocracia y atraer inversiones extranjeras.
En octubre, Saif al Islam fue nominado para un puesto que, en efecto, le convierte en la segunda figura más poderosa de Libia.
Su nombramiento no ha sido confirmado, pero la medida ha convencido a los observadores de que está siendo promocionado para la sucesión de su padre.
Los analistas aseguran sin embargo que Saif se enfrenta a la resistencia de los grupos conservadores, incluidos algunos del entorno de su padre.
En abril del año pasado, el gobierno de Libia tomó en control de la emisora de televisión independiente, al Libia, que también era propiedad del grupo al Ghad.
Suleiman Dughah, un periodista que vive en el exterior y que ha sido crítico con el gobierno de Gadafi, volvió a Libia el año pasado para hacerse cargo de la dirección del grupo mediático.
(IOL, 25-01-10)
