El Ministro de Finanzas de Kenia, Amos Kimunya, ha dimitido de su puesto tras haberse reunido con el Presidente, Mwai kibaki, para consultarle. La dimisión se ha producido para facilitar las investigaciones sobre la controvertida venta de un hotel de lujo, Grand Regency Hotel, en Nairobi.
Kimunya ha estado bajo presión para presentar su dimisión, tras haber sido censurado en el Parlamento la semana pasada, tras la moción de no confianza que prosperó contra él. “Mi conciencia está muy tranquila sobre este asunto, y reitero mi disponibilidad a una investigación independiente para probar mi inocencia”, ha declarado el ex ministro de finanzas.
La venta del hotel de lujo a una compañía de Libia, se ha considerado como un símbolo de la rampante corrupción de la era de Daniel arap Moi. El hotel se vendió por 2.900 millones de chelines keniatas, (unos 31 millones y medio de euros), un precio que los críticos aseguran que es menos de la mitad del valor en el mercado.
Los acontecimientos de han desencadenado cuando el Gobierno impuso una advertencia sobre el hotel, bloqueando la transferencia del terreno sobre el que está construido el hotel. La advertencia a los nuevos propietarios también bloqueaba la utilización de la propiedad como aval para solicitar créditos bancarios. El Gobierno ha justificado estas medidas alegando que es una forma de proteger la propiedad hasta que se aclare el asunto de la polémica venta del hotel y aseguran que las buenas relaciones con Libia no se han visto afectadas.
Los Ministros de la oposición pedían, además de la dimisión de Kimunya, la del gobernador del Banco Central de Kenia, Njugana Ndung’u, que según ellos también ha estado involucrado en la venta del hotel.
(HANA, 09-07-08)
