El obispo de Koudougou, Joachim Ouédraogo, actual presidente de la comisión episcopal para la pastoral de los migrantes y refugiados, presidió en su catedral, el pasado domingo 27 de septiembre, la celebración de la 106ª Jornada mundial del migrante y del refugiado. En la celebración del acto afirmó:

«Queremos, a través de la celebración de este día, desafiar a todas las autoridades políticas, religiosas, ciudadanas, religiosas y no religiosas a estar atentas a la situación del Migrante y del Refugiado«.

Ouédraogo recordó la llamada a una mayor solidaridad hacia estas personas vulnerables por parte del Papa:

“son ellos los que nos llevan al cielo, son el camino a la eternidad; estar en contacto con ellos es estar en contacto con la eternidad, con el Reino de Dios».

Durante la alocución, el obispo señaló:

«Si dejamos a estas personas solos, algún día pueden constituir un problema. Porque la persona tardía y sedienta se sale de control. Su instinto puede empujarla a querer adquirir lo que necesita, no por medios legales, sino por la violencia».

Esta celebración de la 106ª Jornada Mundial del Migrantes y Refugiados contó con la participación efectiva de las delegaciones de nueve de las quince diócesis de Burkina Faso, representantes del Ministerio de la Mujer, Solidaridad Nacional y la Familia, autoridades municipales y locales, militares y organizaciones como el Alto Comisionado para los Refugiados.

Durante el acto, el público fue sensibilizado sobre la causa de los desplazados internos y la solidaridad activa mediante un teatro foro basado en este tema. Además, se donaron 10 toneladas de arroz y bolas de ropa.

Burkina tiene hasta la fecha más de un millón de desplazados internos. Esto no deja de plantear un problema de crisis humanitaria sin precedentes, en palabras del funcionario a cargo del Ministerio de la Mujer, Solidaridad Nacional y Familia, Jérôme YAMEOGO. Uno de los aspectos de esta tragedia es, por ejemplo, los miles de niños sin certificado de nacimiento en ese contexto. Nignan Bassirou, encargado de la lucha contra la apatridia, en su intervención en nombre del ACNUR prometió apoyar los esfuerzos de la Iglesia para pasar de 700 a 1000 niños con actas de nacimiento.

Joachim Ouédraogo aseguró que todas las parroquias de Koudougou que han acogido a desplazados internos se beneficiarán de los servicios de la compañía de teatro como parte de la sensibilización sobre la causa de los desplazados.

Paul DAH

Fuente: Eglise du Burkina

[Fundación Sur]

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