Según refiere Gareth Cotterell, periodista del diario digital The Citizen, el lunes 13 de diciembre fueron hallados calcinados y en descomposición los cadáveres de cinco personas, pertenecientes a la misma familia, que llevaban desaparecidas desde el pasado 16 de noviembre. Dichos desaparecidos eran Sizwe Mauris Ngcobo (de 64 años), Thandazile Zondi (de 41 años), Bonokwakhe Khuboni (de 40 años de edad), Sibongile Fanelesibonge (de 2 años de vida) y Libra Ngcobo (de tan sólo un mes de edad en el momento de su desaparición). Sus cadáveres fueron descubiertos por un guardia forestal en medio de un bosque cerca de Richmond, en la provincia de KwaZulu-Natal, tras haber sido secuestrados, según apuntan las pesquisas policiales, un mes atrás en su residencia de Boston, cerca de Pietermaritzburg, capital de la mencionada provincia. El guardia forestal informó a la policía en cuanto realizó el hallazgo.

El Comisionado de Policía de la provincia, el teniente general Nhlanhla Mkhwanazi, señaló que todo apunta al resultado trágico de una disputa familiar. Además de realizar una batida cerca de Byrne (Richmond) en la que se halló el coche quemado de la familia, que también había desaparecido, el portavoz provincial de la Policía, el brigadier Jay Naicker, indicó que dos individuos sospechosos, de 25 y 27 años, habían sido detenidos cerca de KwaZinqamu, en Elandskop, y pasarían a disposición judicial en los próximos días. Así pues, la estrecha colaboración entre el Servicio Policial Sudafricano y la agencia privada Seguridad Magma ha arrojado hasta ahora resultados positivos y se esperan más hallazgos en los próximos días.

Sin embargo, los sucesos ominosos en la provincia están lejos de terminar ahí, puesto que el domingo 12 de diciembre, en Folweni, en la misma provincia de KwaZulu-Natal, seis personas, cuatro hombres y dos mujeres de entre 26 y 32 años, fallecieron en el acto por varias heridas de bala provocadas por un tirador no identificado que accedió al interior de la casa, donde llevó a cabo la mencionada masacre. De esta forma, a pesar del trabajo profesional de la policía estatal y provincial, así como de la colaboración con empresas de seguridad privadas, es preciso trabajar con mayor denuedo aún para garantizar la seguridad ciudadana no sólo en KwaZulu-Natal, sino también en las otras ocho provincias de la República de Sudáfrica.

Fuente: Gareth Cotterell - The Citizen.

[Traducción y edición, Félix Núñez Ruiz]

[CIDAF - UCM]

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