Derechos de salud sexual y reproductiva en Uganda para mujeres con discapacidad

14/07/2015 | Crónicas y reportajes

Según una expresión local, cuando un pajarillo de poco peso se queda atascado en el barro, no quieres imaginar lo que le puede pasar a uno más pesado. Ese dicho, que ilustra el hecho de que ciertos grupos de personas pueden ser más vulnerables, es evidente respecto a los desafíos que enfrentan niñas y mujeres con discapacidad en Uganda para que sus derechos a la salud sexual y reproductiva sean apreciados y respetados.

Si la distancia de 5 km. o más, en algunas zonas rurales de Uganda, es la más cercana hasta el Centro de Salud II, y de 20 km. o más al Centro de Salud IV, obstaculiza el acceso a los servicios prenatales y de salud reproductiva a las mujeres en condiciones normales de salud ¿cuánto más difícil será para las mujeres lisiadas?

Sorda, ciega y violada

Es una situación límite para niñas y mujeres con discapacidad. Agnes Naturinda * es una de esas mujeres. Ella vive en Kyenjojo, Uganda Occidental. Tiene 40 años y cuatro hijos pero no conoce al padre(o padres) de los niños y ningún hombre se ha responsabilizado. Otras dos cosas que no conoce de sus hijos, puede tocarlos y acariciarlos, pero nunca ha oído su voz ni visto su rostro.

Naturinda nació sorda y ciega. Un hombre o hombres desconocidos la violaron y son padres de sus hijos. «Nosotros sólo vemos cuando está embarazada, no sabemos cuando abusaron de ella», dice la hermana de Naturinda. El caso de Naturinda fue documentado por la Asociación Nacional de Sordos y Ciegos.

disab.jpg Alex Kiwanuka, de Salud Reproductiva de Uganda (RHU), dice que el caso de Naturinda es un caso de abuso sexual. Kiiwanuca explica «Es un abuso, porque esos hombres no quieren que ella les conozca. Se aprovechan de su ceguera y la usan sexualmente».

El estigma y la discriminación

Rose Abol Achayo, presidenta de la Unión Nacional de Mujeres con Discapacidad de Uganda (NUWODU), observa que aun cuando la relación sexual es consentida, algunos sectores de la sociedad piensan que las mujeres con discapacidad no tienen derecho a tenerla. Acayo comenta «¿No ha oído comentarios como «que despiadado era el hombre que dejo embarazada a esa pobre mujer discapacitada?». La presidente de Nuwodu aclara que eso no es simpatía, sino estigma y discriminación. «Se pretende dar a entender que las mujeres con discapacidad son asexuales (sin deseos sexuales). Sin embargo, como cualquier otra persona, son personas con deseos sexuales y tienen derecho a una relación sexual libre».

El derecho a relaciones sexuales libres implica la opción de elegir con quién y dónde tenerla. Pero eso está lejos de la realidad que Julieta Nanungwe, residente del Ayuntamiento Kamuli, ha experimentado. Con 39 años, madre de 4 hijos, está lisiada. Utiliza una silla de ruedas. Está casada y tiene cuatro hijos, pero los familiares de su marido la insultan «Dicen que soy una maldición en su familia porque soy discapacitada», se lamenta.

Servicio demasiado tarde

El viernes 30 de mayo, en torno a las 18:00 h., Susan Isabirye, de 30 años de edad, acudió perturbada al Hospital General de Kamuli, Susan es sordomuda. El estado de su mente podía verse en su rostro. Hellen Nakirya, una partera diplomada estaba de servicio. Hizo lo posible para entender lo que Isabirye necesitaba. Nakirya no está entrenada en el lenguaje de signos, y eso es uno de los principales obstáculos en la prestación de servicios a las mujeres con este tipo de discapacidad, pero como ya había tenido otros casos, ha aprendido de manera informal en el trabajo y pudo diagnosticar el problema.

Narkiya preguntó a Isabirye en vano hasta que sacó de su cajón un álbum de fotografías de mujeres embarazadas que Isabirye señaló como la razón de su venida al hospital. Los exámenes siguientes revelaron que estaba embarazada de dos meses aunque utilizaba Injactaplan. «¿Cómo entonces me he quedado embarazada?», Se preguntaba disgustada.

Nakirya descubrió que el enfermero que había atendido a Isabirye en su anterior visita al hospital no tenía gran experiencia en planificación familiar y no había entendido suficientemente las necesidades de Isabirye debido a su discapacidad.

Aunque cualquier mujer que usa anticonceptivos puede, eventualmente, concebir por diversas razones, tales como dejar de tomar las píldoras con la regularidad requerida, Nakirya dice que las mujeres con discapacidad son más propensas a esa eventualidad «Una gran cantidad de información sobre la salud reproductiva, como los servicios de planificación familiar que son cruciales para las madres, se dan en formato de audio, ¿cómo entonces se puede esperar que una mujer sorda lo comprenda?».

Nakirya ilustra cómo el problema de la barrera del idioma afecta a la prestación de servicios, «Es posible que hayas querido decirle que se siente y espere, pero ella interpreta tu gesto en sentido de que no quieres atenderla y se va. Como es sabido un solo día sin el uso habitual de los anticonceptivos, puede ser causa de quedarse embarazada».

Los esfuerzos en los Centros de Salud

Joy Nakyesa, Asistente del Programa del NUWODU para los Derechos de Salud Sexual y Reproductiva en los distritos de Kamuli y Buyende, dice que el problema se ve agravado por la falta de personal especializado en el lenguaje de signos. Además, en la mayoría de los centros públicos de salud en las zonas rurales faltan medios como camas plegables para atender con facilidad a las pacientes.

Con los centros de salud luchando para mantener la higiene adecuada en medio de numerosos pacientes, las mujeres con discapacidad, como explica Nanungwe, una paciente, encuentran grandes dificultades «Cuando mi silla de ruedas no puede pasar a veces me encuentro a pie a través del agua sucia y yo no quiero ensuciar mi ropa.», se lamenta. «Entonces en la cola hay gente que no nos respeta y pasan por delante. Cuando finalmente llegas al agente de salud, algunos de ellos no nos tratan con dignidad».

Lisiada, ¿por qué estás embarazada?

Hay denuncias de parteras que insultan a las mujeres con discapacidad. Nakyesa explica: «Recibimos informes sobre parteras que insultan a las mujeres con discapacidad diciéndoles: ¿no puedes subir a esta cama en la maternidad pero ya subiste para acostarte con tu marido? Pero, ¿quién dice que el sexo debe ser realizado en la cama? Es la idea de que las mujeres con discapacidad no tienen derecho a los derechos sexuales como todo el mundo».

Martin Byamugisha, del Centro juvenil de Naguru, dice que, aunque el Centro no tiene aún todos los datos, la mayoría de los casos de abusos de las niñas con discapacidad registrados en el centro es por violación. Señaló que la organización se enfrenta a grandes retos en la prestación de los servicios correspondientes «Cuando una niña sorda viene a nosotros con un problema y sabe escribir, entonces somos capaces de ofrecerle el servicio adecuado. El problema se presenta cuando ella no sabe escribir”.

La solución sería consultar a un tercero, por ejemplo un familiar, pero eso compromete el derecho de la niña a la privacidad. La otra alternativa es la contratación de una persona especializada. Edward Atenu, especialista en comunicación y Director General de Heritage Comunication 256 Limited, observa que debido a la habilidad tan particular de dichas personas, especialistas en comunicación para personas con discapacidad (PcD) suelen ser caros y sus servicios pueden no estar al alcance de las personas corrientes. Él aboga por clínicas especializadas para personas con discapacidad en los Centros de Salud públicos.

¿Dónde está el remedio?

Achayo, de Nuwodu, dice que al igual que otros temas de desarrollo transversales como el género, la juventud, la sostenibilidad del medio ambiente se han incorporado en los programas de desarrollo, la discapacidad debe integrarse en los programas de desarrollo Achayo sugiere que «En el sector de la salud, por ejemplo, los trabajadores de la salud deben ser sensibilizados sobre el uso de un lenguaje apropiado y capacitar al mayor número posible de personas en el lenguaje de signos… Trabajamos a favor de los derechos de las niñas y mujeres con discapacidad y estamos realizando alianzas con agencias en diferentes sectores sensibilizándoles sobre la importancia de incorporar en sus programas las cuestiones de discapacidad y queremos ver una situación en la que, incluso si NUWODU dejara de existir, tales niñas y mujeres quedaran atendidas”.

Kiwanuka, de RHU, comenta que la solución también radica en dejar los estereotipos sobre las personas con discapacidad «Los estereotipos se añaden a la dificultad y al estigma que experimentan las personas con discapacidad: que son asexuales, no deseables, no pueden tener sexo real, no necesitan educación sexual, no son atractivos, tienen necesidades más importantes que el sexo, no deben tener hijos o sólo deben tener relaciones sexuales entre ellos. Estos estereotipos tienen que desaparecer».

Atenu dice que los desafíos y los remedios varían con el tipo de discapacidad «La necesidad de una mujer sorda, por ejemplo, es diferente de la de los ciegos. Uno puede necesitar comunicarse con los ciegos utilizando braille y con los sordos a través de imágenes visuales». Añade que es importante que las personas con discapacidad sean a su vez entrenadas en el lenguaje en el que puedan comunicarse. Esto facilitaría el servicio adecuado. Hay pocas escuelas de formación para personas con discapacidad en el país. Una de estas instalaciones es la Escuela de Sordos de Ntinda. Pero si el costo general de la formación del personal de salud sigue siendo un gran reto, ¿Cuánto más la formación especial requerida para los que se dedican a las personas con discapacidad? Es un ave de peso ligero frente al fenómeno del pájaro de peso pesado.

Brian Mutebi

bmutebi@ug.nationmedia.com

Daily Monitor

[Traducción, Jesús Esteibarlanda]

[Fundación Sur]

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