Hombres armados, sospechosos de ser ladrones de ganado, asaltaron dos aldeas en el distrito de Bassa, en el estado de Plateau, el pasado 14 de marzo. Los atacantes dispararon y apuñalaron despiadadamente a sus víctimas. Los equipos de rescate recuperaron al menos 51 cuerpos y atendieron a decenas de personas que habían resultado heridas. Un residente entrevistado por Reuters afirmó que se había realizado un entierro masivo para las víctimas. El asalto se produjo exactamente una semana después de que otra agresión se cobrara la vida de otras 52 personas.
Plateau, en el centro de Nigeria, es uno de los estados con mayor diversidad étnica del país, lo que dificulta la convivencia pacífica entre los diferentes grupos. Como acontece también en otros países, son frecuentes las luchas intercomunitarias, sobre todo entre agricultores, mayoritariamente cristianos, y pastores, predominantemente musulmanes.
Amnistía Internacional afirmó que los hombres armados también destruyeron y saquearon viviendas. En un comunicado, la organización atribuyó el ataque del lunes a “inexcusables” fallos de seguridad.
Fuente: Africanews
[Traducción y edición, Jesús Zubiría]
[CIDAF-UCM]