Continuamos con la presente entrega la publicación en formato digital de la obra anual dirigida por Filip Reyntjens @freyntje «CRÓNICAS POLÍTICAS DEL ÁFRICA DE LOS GRANDES LAGOS 2024″. Durante los próximos días y semanas vamos a ir subiendo la crónica referida a cada uno de los cuatro países tratados en la obra: Burundi, República Democrática del Congo (RDC), Uganda y Ruanda.
Les ofrecemos en castellano un estudio fundamental para la comprensión de los Grandes Lagos, en el corazón de África, que debe ser de referencia obligada para todos los profesionales y académicos que nos acercamos y trabajamos en este continente.
– Crónicas políticas del África de los Grandes Lagos 2024 : Ruanda, por Filip Reyntjens
A pesar de cambios considerables en el personal político y militar, el año ha estado marcado por una marcada continuidad desde 1994, tanto en la gobernanza interna general como en las relaciones de Ruanda con la región y con el mundo. Ha habido siete reorganizaciones gubernamentales, siendo este el número más alto desde que Kagame llegó al poder en 1994. A su vez, 19 carteras cambiaron de manos. También ha habido reestructuraciones considerables en el ejército y en la policía. A pesar de que Ruanda es oficialmente un Estado multipartidista, de facto funciona a través de un sistema de partido único, lo que quedó claramente demostrado a través del hecho de que Kagame careciese de oposición en las elecciones presidenciales, en las que obtuvo una “victoria” del 99,18%. Incluso ante la ausencia de un control electoral sustantivo, se han podido apreciar una serie de anomalías que revelan la naturaleza falsa de este proceso electoral. El panorama político continúa siendo extremadamente restrictivo, siendo silenciadas o eliminadas las voces disidentes.
Ruanda ha continuado desestabilizando a su grande, aunque débil vecino, la República Democrática del Congo (RDC), particularmente a través de apoyar el movimiento rebelde M23. Su fuerte confianza en los medios militares ha llevado a relaciones hostiles con sus cuatro vecinos fronterizos, así como con Sudáfrica. Incluso los aliados tradicionales de Ruanda -la Unión Europea, Estados Unidos, Francia y Reino Unido- han condenado efusivamente el comportamiento beligerante del país. No obstante, a pesar de las condenas internacionales, ha continuado beneficiándose de la explotación ilegal de los recursos del Congo.
Como en años anteriores, conviene hacer una advertencia. Dado que esta crónica se centra en la gobernanza política, se debe reconocer que existe un sesgo. Y es que, a diferencia de muchos otros Estados africanos, Ruanda es un Estado eficaz que asume sus principales funciones de soberanía. Su gobernanza burocrática/tecnócrata es de una calidad considerable. Las élites del país, empezando por el presidente Kagame, demuestran visión y ambición, y a menudo “consiguen que las cosas se hagan”. Sin embargo, el progreso beneficia generalmente a las élites urbanas, mientras que la mayoría de los ruandeses rurales se quedan atrás. A su vez, muchas iniciativas ambiciosas terminan por no llevarse a cabo o, si lo hacen, es solo de forma parcial.
CIDAF-UCM



