El grupo terrorista nigeriano Boko Haram destruyó un tercio de los 740 hospitales del estado nororiental de Borno, otros están cerrados y peligra la vida de miles de personas, informó en Ginebra la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La amenaza de ataques del grupo extremista mantiene también a un tercio de las instalaciones médicas de esa región sin funcionar por problemas de seguridad, explicó en rueda de prensa el director de emergencias del organismo en Nigeria, Jorge Castilla.
El 60 por ciento del equipamiento sanitario carece de acceso a agua potable, mientras tres de cada cuatro hospitales no tienen suficientes reservas de cloro para purificar el agua, añadió el funcionario de la OMS.
‘Esta es una crisis humana muy severa en la que existe mucha necesidad y pocas instalaciones para paliarla, sobre todo en las regiones de Borno, Adamawa y Yobe, donde ya hay seis millones de personas que requieren asistencia vital’, subrayó Castilla.
Según el directivo, la situación es en particular preocupante porque algunas zonas nororientales tienen una tasa de mortalidad cuatro veces mayor que el umbral de emergencia más alto, y una tasa de malnutrición entre tres y diez veces más alta respecto al mismo indicador.
Un promedio de 4,13 muertos diarios por cada 10 mil habitantes se detecta en ciertas áreas del norte, estadística que asume especial importancia si se tiene en cuenta que la OMS considera emergencia cualquier situación en la que fallece una de cada 10 mil personas por día.
Al menos un millón están atrapadas en zonas inseguras y sin posibilidad de recibir ayuda humanitaria, lo cual impide el acceso de equipos sanitarios a las áreas afectadas y controlar la propagación de enfermedades como diarrea, malaria o tuberculosis, que causan la mayoría de los fallecimientos, estima la OMS.
En el sur, fueron detectados cuatro casos de polio, enfermedad que estuvo a punto de erradicación en el continente africano y de la que hoy solo existen enfermos no importados en Afganistán y Pakistán, destaca el organismo médico.
Expertos de la OMS calculan que estos brotes sean solo ‘la punta del iceberg’ de lo que podría ser una expansión de esta enfermedad infecciosa que afecta en especial a los niños del norte de Nigeria.
A pesar de eso, el director de Emergencias de la OMS en el país africano reconoció cierta disminución de la mortalidad respecto a niveles previos, cuando las organizaciones humanitarias carecían de acceso al noreste del territorio nacional, pero es imposible disponer de cifras que lo confirmen.
Prensa Latina
Fundación Sur
