«A la edad de 5, ya iba al campo con mi padre. Ahora mis hijos van a la escuela», comenta Peter, plantador de cacao en Bonikro, pueblo en el centro de Costa de Marfil, un país que está apoyando las escuelas para mejorar su imagen empañada por el trabajo infantil en las plantaciones.
Costa de Marfil es el mayor productor de cacao del mundo, con un 35% de cuota del mercado mundial. Vital para el país, este sector representa el 15% del PIB, más del 50% de los ingresos de exportación y, por encima de dos tercios del empleo y los ingresos de la población, según el Banco Mundial.
Sin embargo, estas cifras quedan eclipsadas por una realidad poco gloriosa: entre 300.000 y un millón de niños trabajan en el sector del cacao en Costa de Marfil, reveló un informe de la Iniciativa Internacional del Cacao (ICI), una organización creada por la industria del chocolate con el fin de remediar este problema.
Con muy poca o ninguna paga, los niños a menudo provienen de países vecinos como Burkina Faso y se utilizan sobre todo para el transporte de cargas pesadas, la pulverización de pesticidas o la tala de árboles.
Para frenar este flagelo, las autoridades pusieron en marcha el paquete de educación: desde 2011, 17.829 aulas de preescolar y primaria y 155 escuelas se han construido o rehabilitado.
La escuela «es para nosotros la alternativa y la respuesta más eficaz para luchar contra el trabajo infantil de forma duradera», declara la secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Seguimiento (CNS), superestructura de coordinación y evaluación de las acciones del gobierno de Costa de Marfil contra el trabajo infantil, Sylvie Patricia Yao.
«Una vez que el niño está en la escuela, no puede estar en el campo, por lo que no realiza trabajos pesados», declaró a la AFP Juha Gnéprou, plantador de cacao de Goboué, un pueblo en el oeste de Costa de Marfil, que abrió su primera escuela en 2013.
Desde 2012, el Gobierno de Costa de Marfil ha puesto en marcha un plan nacional de acción contra las peores formas de trabajo infantil (PFTE). El PFTE 2015-2017, con una inversión de 20 millones de €, se dedica, en particular, a las actividades de generación de ingresos y a la inversión en educación en zonas de riesgo, con el fin de «reducir en un 30% en el año 2017″el número de niños que trabajan en el sector del cacao.
Fuertemente criticado por grupos de presión, que le acusan de beneficiarse del trabajo infantil, el gigante suizo de la alimentación, Nestlé, se ha comprometido en este sentido con campañas de concienciación y con la construcción de escuelas en zonas de alto rendimiento. En Costa de Marfil, el grupo suizo ha construido «construida 40 escuelas en cuatro años», incluida la de Goboué (sur).
En Goboué, la pequeña escuela ha cambiado los hábitos de 1.300 habitantes, que en su mayoría son productores de cacao. «Cada vez más, los niños son enviados a la escuela». Antes de 2013, los niños tenían que caminar cada día 8 km para ir a la escuela del pueblo vecino.
«Era muy difícil. Los niños pequeños no podían ir a la escuela debido a que el camino era demasiado largo», contaba Jean Aula trabajador del cacao de 60 años y padre de seis hijos.
La pequeña escuela con tres aulas está situada a la entrada del pueblo. «El primer año tuvimos una inscripción récord de 80 estudiantes en el CP1», recuerda el director Denis Kouakou Angoua.
Desde el patio de la escuela, vemos las plantaciones de cacao, donde los niños hacen, más tarde, su aprendizaje en agricultura.
De hecho, en las zonas rurales, el trabajo infantil es lo habitual para asegurar un futuro. «El Africano considera que un niño es una persona que, mañana, lo reemplazará. Así, ellos quieren que el niño aprenda el mismo trabajo que ellos hacen. Por eso llevan a los niños al campo» nos cuenta un agricultor.
Pero ahora la ley prohíbe la práctica y castigar a los delincuentes. De acuerdo con las autoridades del país de 2012 a 2014, 23 personas fueron juzgadas, de las cuales 18 fueron condenados a penas de prisión.
En Bonikro, Peter se tomó en serio la amenaza. «Se acabó», dijo, «no se envía más a los niños al campo. El gobierno dice que está prohibido, si te pillan te llevan a prisión».
slateafrique.com
Fundación Sur