El avión secuestrado con su piloto y seis trabajadores humanitarios por hombres armadas somalíes, ha volado a Kenia, desde la ciudad de Dhuso Mareb, después de 24 horas en el aeropuerto de esta ciudad, donde había sido secuestrado el miércoles.
Los residentes de la ciudad de Dusho Mareb, bajo el control de los islamistas, cerca de la frontera con Etiopía, declaran que el avión estuvo en un pequeño aeródromo de la ciudad, después de que hombres armados con dos carros de combate lo secuestrasen, junto con los trabajadores humanitarios y el piloto.
Los secuestrados son dos franceses, un belga, un búlgaro y los dos pilotos keniatas.
Bandas armadas somalíes han perpetrado decenas de secuestros en los últimos meses, a menudo de extranjeros que trabajan en el país o somalíes que trabajan para organizaciones internacionales, para pedir rescate por ellos.
Algunos hombres armados todavía retienen a una médica japonesa y a una enfermera holandesa, que trabajaban para la organización Médicos del mundo, desde que fueron secuestrados en territorio Etíope, en septiembre. También se encuentran secuestrados dos periodistas extranjeros.
Las pocas organizaciones humanitarias que todavía trabajan en Somalia han tenido que alcanzar acuerdos con los islamistas para que les den protección.
Los civiles llevan la peor parte de los últimos enfrentamientos, con miles de muertos en los últimos meses y cientos de miles obligados a huir de sus casas.
Las organizaciones humanitarias han advertido que una de las peores crisis humanitarias del mundo es la que se está revelando en Somalia y se quejan de que los ataques y los secuestros han hecho prácticamente imposible realizar su trabajo.
(Shabelle News, Somalia, 06-11-08)