Unos hombres armados mataron al menos a dos personas en un campo de desplazados de Darfur, el campo de Kama, el día 23, según los residentes y algunos trabajadores de agencias de ayuda humanitaria.
Los residentes del campo de Kalma habían organizado una protesta contra el censo nacional de Sudán, el martes, cuando comenzaba el trabajo de elaboración del censo, y aseguraban que se iban a negar a participar en la labor de recogida de datos porque no podían confiar en los organizadores del Gobierno.
Los atacantes intentaron entrar por la fuerza en el campamento y abrieron fuego contra los residentes, desde los alrededores. Los testigos no podían afirmar si los ataques están relacionados con el censo, y la protesta de los habitantes del campo de refugiados, pero los trabajadores de agencias humanitarias advierten que la tensión es muy elevada debido al censo y cualquier pequeño incidente puede hacerse mucho más grande.
En el campamento Kalma viven al menos 90.000 personas que se han visto obligadas a huir de sus casas por los enfrentamientos armados y la violencia generalizada en la región, por parte de las milicias pro Jartum.
La decisión de elaborar un censo en Sudán ha tenido una buena acogido, ya que supone un paso imprescindible para la celebración de las elecciones democráticas que se prevé celebrar en 2009, bajo el acuerdo de paz entre el norte y el sur, que se firmó en 2005. Serían las primeras elecciones democráticas en 23 años.
Muchos darfurianos ya han asegurado que boicotearán el censo porque dudan de los resultados que se obtengan del mismo. La región semiautónoma del sur alega que miles de personas desplazadas de la región de Darfur por la violencia, no serán incluidas en el censo.
En un incidente separado, los trabajadores de las agencias de ayuda humanitaria aseguran que los registradores del censo fueron amenazados y recibieron disparos de advertencia, para que no regresasen más a las zonas rurales del sur.
Naciones Unidas dice que en las últimas cifras recogidas más de 300.000 personas pueden haber muerto en los últimos 5 años, debido a los combates en el oeste de Sudán. Aunque según Jartum, los muertos sólo ascienden a 9.000.
El censo seguirá su labor durante dos semanas más y no se espera conocer los resultados finales hasta el mes de septiembre.
(IOL, 23-04-08)