Cientos de estudiantes protestaron en Burkina Faso el día 5 de mayo, demandando justicia para las víctimas de la violencia policial durante una oleada de protestas que ha recorrido el país durante los dos últimos meses.
A primera hora del día 5 de mayo, el presidente de Burkina Faso destituyó mediante un drecreto al jefe de la policía, una semana después de que los policías se amotinasen y protagonizasen protestas por todo el país.
El jefe de policía, Rasmane Ouangraoua será reemplazado por Paul Sondo, el ex comisario de policía en la capital, Uagadugú, y jefe ejecutivo de la Academia de Policía Nacional.
En la capital, varios centenares de estudiantes se reunieron en frente del ministerio de Educación, para una manifestación pacífica, coreando “justicia, justicia, justicia”, según un periodista de la AFP. En la ciudad de Ouahigouya, los estudiantes bloquearon las principales entradas a la ciudad norteña, declarando 48 horas de huelga, para demandar “verdad y justicia” para las víctimas, así como la salida del gobierno, recién formado, el pasado 21 de abril.
Los estudiantes piden que se depuren responsabilidades con la muerte de un chico de 11 años, asesinado la semana pasada por una bala perdida de la policía, cuando los oficiales se amotinaron en la capital.
También quieren que se haga justicia con Justin Zongo, un estudiante cuya muerte en extrañas circunstancias, el pasado 22 de febrero, en la ciudad del oeste, Kedougou, desencadenó la oleada de protestas en el país del África occidental.
La muerte del joven Zongo, oficialmente fue de meningitis, pero la familia y amigos insisten en que fue asesinado mientras se encontraba bajo custodia policial. Las manifestaciones desde entonces se han extendido por todo el país, con los ciudadanos expresando su enfado contra el duradero gobierno del presidente, Blaise Compaore, y el alto coste de la vida. Compaoré lleva 24 años en el poder.
(Daily Nation, Kenia, 05-05-11)