Comunicación de RSC: la clave del crecimiento empresarial, por José Julio Martín Sacristán

12/06/2012 | Bitácora africana

El pasado 31 de mayo, la Cámara de Comercio de Madrid organizó una jornada sobre la memoria audio visual de Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Suele decirse que si son pocos los que leen sus propias memorias empresariales, menos los que dedican tiempo a las de los demás. Aún así, se sigue gastando papel (envíos en pdf aquellos que son más conservadores económica y ecológicamente) en impresiones que, como mucho, llegarán a decorar las estanterías de aquellos que aún dispongan de espacio libre en ellas.

Si bien puede resultar curioso que sean los departamentos de Comunicación y Marketing quienes den a conocer los compromisos éticos de la empresa y aunque la mayoría de los empresarios prefiere mantener éstos en el ámbito de lo voluntario, lo cierto es que el propio mercado presiona para que sea un factor clave a tener en cuenta. Mal lo lleva la empresa que pretenda exportar sin una memoria de RSC adjunta a su paquete de ventas. Y su posicionamiento mejora muchísimo si, además, cuenta con algún certificado oficial que reconozca que el producto/servicio u organización ha conseguido los requisitos predeterminados por ese estándar.

Así los empresarios se encuentran disputando la carrera por ser los mejores en RSC. Los valores inherentes a la RSC se utilizan como material de publicidad y marketing, transmitiendo en ocasiones aquello de cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Y si bien algunas empresas manipulan de manera oportunista la RSC, muchas otras todavía no se han dado cuenta de la oportunidad, tanto social como económica. que estos estándares proporcionan. Aunque la RSC como sistema de gestión empresarial se desarrolló en los años 90, proporcionando normas, criterios y estándares verificables, los valores y filosofía inherentes a ella son tan antiguos como la ética social. Muchas son las pymes que la están poniendo en práctica sin ser conscientes de que lo que hacen se denomina RSC.

Pues bien, la inconsciencia en este campo (tanto por no comunicar la RSC como por la falsa presentación de la misma) puede resultar fatal tanto en posicionamiento de mercado, como en la manera que la empresa es percibida por los grupos de interés: clientes, proveedores, distribuidores y trabajadores. Comunicar cómo funciona en verdad una empresa, cuáles son sus normas y criterios de responsabilidad, ayuda a descubrir que sus directivos no son tan malos como los pintan (o a lo mejor se verifica que son peores y necesitan una buena…. eso); o que los empleados no son tan ineptos como nos quieren hacer creer (o a lo mejor se descubre que necesitan mayor formación); y, sobre todo, ayuda a que los potenciales clientes entiendan que no son bobos, que no se han ‘tragado’ un montón de publicidad vacía. Una buena presentación de la RSC de la empresa ayuda a la caída de estereotipos y presenta un amplio abanico de posibilidades al negocio.

Así pues, cada empresa ha de ser consciente de lo que ya puede estar haciendo; de lo que aún puede quedarle por hacer; y aprender a comunicarlo para crecer y para comunicar ese crecimiento a nuestros grupos de interés.

Saber comunicar… todo un arte cuando nadie lee memorias empresariales. Claro, que un vídeo corto dirigido a los clientes los fideliza; otro especialmente elaborado para los trabajadores les hace partícipes del orgullo de ser coactores responsables socialmente; uno creado para los proveedores les contagia el esfuerzo de crear un mundo mejor. Y la inversión es pequeña, considerando los beneficios, tangibles e intangibles, que proporciona.

Saber comunicar los logros en RSC es una manera de crear compromiso y afiliación entre todos los grupos de interés de una empresa. Y ésta, como indica el BCG, la empresa global líder en consultaría estratégica para la alta dirección, es la clave para el crecimiento empresarial.

Original en : África Factor Humano

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