Columna del Centro de Reflexión Teológica Jesuita: China; ¿un buen samaritano para África?

1/07/2015 | Opinión

Napoleón Bonaparte predijo correctamente cuando dijo “dejen que China duerma, cuando despierte, va a controlar el mundo”. Esta predicción fue hecha hace unos 275 años, cuando el Emperador de Francia y la historia parecían estar de su lado y al probar que sus palabras fueron verdad. La economía china es ahora la segunda del mundo después de EEUU y China ha invertido en casi todos los países del mundo. Cada parte del mundo parece estar sintiendo la presencia china a través de sus masivas inversiones.

Por lo que Napoleón estaba en los correcto y ninguna persona en su sano juicio podría asegurar lo contrario. ¿Pero cómo es que esto le sucedió a un país que hace tan sólo 70 años estaba emergiendo de las cenizas de una revolución? China, un país con una población de más de 1.3 billones en el 2005 y que abarca 9.6 millones de kilómetros cuadrados es hoy la segunda economía de más rápido crecimiento en el mundo, sin escasez de citación de sus impresionantes estadísticas de crecimiento. Su producto interno bruto anual (PIB) fue registrado del 10% en el 2005 y en ese mismo años, la inflación anual destacó en un 3.8% y el PIB per cápita promedio fue de USD$1.740.

La histórica relación entre China y África tiene sus raíces en una compartida experiencia histórica similar y luchas por liberación nacional e independencia. El Profesor Zeng Qiang del Instituto de Estudios Asiáticos y Africanos divide esta relación en tres fases.

  • La primera fase es desde 1949 hasta 1979 que se centra en el apoyo para la lucha por la liberación y el establecimiento de misiones diplomáticas, reconstrucción económica y consolidación de independencia nacional. China brindó asistencia para la lucha por la liberación y ayuda para una reconstrucción económica y consolidación de independencia nacional a varios países africanos, mientras que países africanos brindaron apoyo a China en la arena internacional y le permitieron a China a establecer misiones diplomáticas y efectivamente a consolidar relaciones con países africanos. El factor político e la ideología fueron los puntos dominantes en la relación China-África durante este periodo.
  • La segunda fase va desde 1979 hasta 1999 que marca el periodo de profundos cambios en ambos África y China. En África, este fue el periodo de los fondos monetarios internacionales y programas de ajustes estructurales patrocinados por el Banco Mundial, lo que sometió a muchos países africanos a severos daños, este también fue un periodo en donde la mayoría de países africanos estaban volviendo a tener un sistema multipartidista después de que muchos países habían tenido un solo partido; y China estaba emergiendo del caos social y de la crisis económica derivados de la Gran Revolución Cultural.

China adoptó estratégicamente reformas de políticas económicas “abiertas” que puso el desarrollo económico en el centro de la estrategia del desarrollo nacional y puso la ideología como algo secundario. En 1991 una política de “salida” se inició lo que puso a África como un objetivo importante en la zona.

La relación África-China continuó en bases tradicionales de amistad con un enfoque particular en cooperación económica y política. La cooperación económica se volvió más diversificada con el suministro de ayuda tradicional a préstamos preferenciales, es decir, créditos blandos y subvenciones, licitación de contratos para construcciones e inversión directa en África. Por otro lado, África dio más apoyo a la política china y efectivamente países africanos apoyaron el compromiso diplomático chino en un nivel multilateral.

Eran los países africanos que estaban en la vanguardia presionando y que finalmente vieron como China ocupaba su merecido asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU.

  • La tercera y actual fase va desde 1999 hasta ahora. La mayor preocupación de los países africanos, en la esquina del cambio de milenio, se convirtió en cómo crear riqueza o reducir la pobreza, construir paz y estabilidad, promover el desarrollo económico y lograr los Objetivos de Desarrollo del Mileno.

Los países africanos han trabajado juntos por un propósito en común y han creado grupos económicos subregionales como ECOWAS, COMMESA, SADC, entre otros; y China ha brindado bastante apoyo a todos estos grupos. También se vio el cambio de la Organización de la Unidad Africana en la Unión Africana, y el establecimiento de la Nueva Asociación Económica para el Desarrollo Africano; y China continúa apoyando estas iniciativas.

Chino se ofreció para construir un centro de conferencias múltiples en la sede de la Unión Africana en la capital de Etiopia, Addis Ababa, hace unos años sin costo alguno. China también ha construido estadios de fútbol en varios países africanos sin costo alguno.

Este apoyo económico que China le está brindando a un continente cuyos niveles de pobreza están por encima del 60% y que está devastado por el SIDA, son evidentemente, obras de un buen samaritano.

En su independencia en 1964, Zambia heredó un sistema económico que estaba vinculado con los boers y los portugueses tanto en la antigua Sudáfrica con segregación racial y la antigua colonia portuguesa Mozambique, en donde todas las importaciones y exportaciones tenían que pasar primero por las manos de los enemigos.

El Dr. Kenneth Kaunda, el primer presidente de Zambia, percibió este peligro al solo tener una ruta al mar; y después de asumir su puesto, se acercó a los gobiernos británico y estadounidense para que le ayudaran al país a construir una ruta alternativa al mar a través de Dar Es Salaam en Tanzania. Tanto los ingleses como EEUU se negaron a ayudar y dijeron que proyecto no tenía arranque y era imposible por el terreno geográfico entre los dos países. Por lo que Zambia no tuvo opción más que recurrir a China para que le ayudara, y China dijo que el proyecto sí era posible y que estaría completado dentro de 5 años; sinceros a su palabra, China le ofreció a Tanzania y Zambia un préstamo sin intereses y construyó la línea de ferrocarril entre Tanzania y Zambia en menos de 5 años, avergonzando a los ingleses y a los estadounidenses que querían ver a Zambia sucumbida ante su presión política y que dejaran de apoyar los movimientos de liberación en el sur de África.

Las buenas personas de China efectivamente han logrado acertar el dicho “un amigo necesitado, es un amigo de verdad”. El Dr. Kaunda describió luego a China como “un amigo en cualquier clima” para África. El Dr. Kaunda se quedó corto al decir que China es un buen samaritano para África.

En conclusión, es importante apreciar los esfuerzos que China ha realizado y que continúa realizando en África. El NEPAD, que es una herramienta para reducir la pobreza en el continente africano deberá de ser efectivo y África deberá de continuar reforzando la ayuda y amistad de Asia.

Fuente: The Post Zambia. / Por: Andrew Njovu. / Traducción: Carolina Ruiz.

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