El ataque de artillería contra el poblado de Jabal Awliya, al sur de la capital sudanesa de Jartum, que se saldó el sábado pasado con la vida de más de 10 personas elevó el número total de víctimas oficiales del conflicto armado a los 9000.
El ataque contra esta población, que se había visto libre de violencia durante los nueve meses que van de guerra, implica la expansión de un conflicto armado cuyo desarrollo se ha visto mayoritariamente circunscrito a la capital. No obstante, en los últimos meses los enfrentamientos se han trasladado al sur, llegando a producirse combates a más de 200 kilómetros de Jartum. Estas acciones acontecen en un contexto en el que las tropas gubernamentales están intentando tomar la localidad de Wad Manani, capital del estado de Al Jazira, el prinicipal bastión de las fuerzas rebeldes de Mohamed Hamdan Dagalo.
Atendiendo al Comité de resistencia local, las bombas cayeron en una zona residencial matando a 10 personas. Estas diez nuevas víctimas han sido computadas por el proyecto Armed Conflict Location & Event Data, cuyas estimaciones arrojan unas proyecciones de victimas mortales que alcanzarían las nueve mil personas. A estas víctimas mortales le debemos añadir los más de 4 millones de desplazados dentro del país y en torno a los 1,2 millones de refugiados en los países colindantes.
Fuente: Guardian NG
[Traducción y edición, Gabriel Castro]
[CIDAF-UCM]
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