Hombres blancos vestidos con trajes de camuflaje y pistolas colgadas de sus cinturas y niñas pequeñas con sus galas de domingo se reunieron en Ventersdorp, 150 kilómetros al oeste de Johannesburgo, el día 9 de abril, para el funeral del líder del afrikáner Weerstandsbeweging, AWB (Movimiento de Resistencia Afrikáner), Eugene Terre’Blanche, que fue asesinado el pasado día 3 de abril en lo que se ha considerado una disputa por el pago del salario, con dos jóvenes empleados en su explotación agraria.
La seguridad desplegada para el funeral del día 9 era muy fuerte, con un helicóptero de la policía sobrevolando en círculos la iglesia donde cientos de seguidores se reunieron para dar el último adiós al líder del AWB, horas antes de que comenzase el funeral.
La muerte de Terre’Blanche no ha desatado la oleada de violencia que se temía a principios de semana. Los líderes de Suráfrica han reconocido que las tensiones raciales persisten 16 años después de que terminase la era del apartheid, pero han desechado cualquier amenaza para el mundial de fútbol de 2010, que comenzará en el país el 11 del próximo mes de junio.
Los militantes de la supremacía blanca que consideraban a Terre’Blanche su líder, aseguran que su muerte es la prueba de que los blancos no están seguros bajo el dominio de la mayoría negra.
Los líderes negros aseguran que controlar el crimen, ya sean sus víctimas blancas o negras, es una prioridad en un país con uno de los niveles más altos de crimen violento del mundo.
En día 9 de abril, algunos asistentes al funeral de Terre’Blanche, relacionaron su muerte con los discursos exaltados del líder de la Liga de Juventudes del ANC, Julius Malema, quien en las últimas semanas ha estado reviviendo una canción de la era del apartheid que hace referencia a matar a granjeros blancos.
Kobus Rothmann, un clérigo de Ventersdorp que se define a sí mismo como un amigo de Terre’Blanche, afirma que Malema está difundiendo discursos de odio y debe ser refrenado por cargos más altos del partido en el gobierno, ANC.
“Sencillamente nos odian, Malema nos odia”, dijo a la prensa Rothmann mientras esperaba a que comenzasen los servicios del funeral.
Pero Malema afirma que la canción no tiene nada que ver con la muerte de Terre’Blanche.
Mientras que el ANC insiste en que la canción es parte de la herencia del país, después de la muerte de Terre’Blanche, ha pedido a sus miembros que se contengan a la hora de cantar himnos anti apartheid, que podrían generar divisiones.
(African Press Agency, 09-04-10)