“Quieren atacar el Centro Kamenge, que cuenta con 44.450 inscriptos, todos jóvenes de entre 16 y 30 años, y que acostumbra a vivir juntos, en paz y fraternidad”, dijo a la MISNA Claudio Marano, un misionero saveriano y director del centro, luego de los testimonios y acusaciones sobre el asesinato en Buyumbura de tres monjas italianas.
En los últimos días, el caso resurgió en los medios tras las declaraciones de Juvent Nduwimana, un agente del servicio de inteligencia de Burundi, quien dijo a la emisora privada Radio Publique Africaine que él formaba parte de un comando que perpetró los homicidios y trabajaba para el general Adolphe Nshimirimana.
El nombre del oficial, exjefe del servicio de inteligencia y todavía estrecho colaborador del presidente Pierre Nkurunziza, ya había sido mencionado por otro presunto miembro del grupo, que fue entrevistado por la radio en enero. Según Nduwimana, la orden de matar a la hermana Olga Raschietti, sor Lucia Pulici y sor Bernardetta Boggian habría sido dada para evitar que las misioneras hicieran pública información sobre actividades ilegales de soldados y milicianos armados del partido en el poder de Burundi. Esta versión difiere de la que dio la primera fuente, que había señalado como móvil el miedo a una denuncia de tráfico de drogas y minerales contra la parroquia Guido María Conforti de Kamenge, a la que pertenecían las religiosas. Y ahora, Nduwimana, junto con el general Nshimirimana, también trae a colación a los directores del Centro Kamenge, incluyendo al padre Marano.
El misionero habló con la MISNA de “un golpe pagado caro”, y señaló que el agente se encuentra bajo arresto. Según el padre Marano, las acusaciones de las últimas semanas deben ser interpretadas en el contexto del “juego de las elecciones”, ya que se acercan las elecciones de mayo y junio, y la confrontación entre el gobierno y la oposición en relación con una nueva candidatura de Nkurunziza. “Quieren atacar a la Iglesia, y sobre todo el Centro, precisamente ahora que estamos reuniendo firmas con la ONU para que los jóvenes se comprometan a no utilizar la violencia antes, durante y después de las elecciones” dijo el misionero.
MISNA (Fundación Sur)