Los últimos días han tenido lugar algunos de los encuentros más duros en la Asamblea Nacional (parlamento), que ha sido testigo de repetidas escenas caóticas durante los últimos 16 meses. El 16 de mayo los parlamentarios del partido Luchadores por la Libertad Económica (Economic Freedom Fighters: EFF) llevaban unos 17 minutos de intervenciones lanzando puntos de orden y objeciones al presidente Jacob Zuma, que se dirigía a la Asamblea, cuando fueron evacuados por la fuerza. Los agentes de protección parlamentaria, llamados los “rebotes”, empujaron, cachearon y golpearon a los miembros del parlamento, que se defendían con sus sombreros mientras las botellas de agua volaban por el aire. A un parlamentario del EFF, cuyo nombre no ha sido publicado, que fue expulsado por la moderadora Baleka Mbete, se le ofreció posteriormente la posibilidad de quedarse. Otra parlamentaria del EFF, Reneiloe Mashabela decidió ausentarse diciendo que “no quería escuchar a un ladrón”.
Las feas escenas en el parlamento no hicieron que se interrumpiera la sesión de preguntas al presidente. La sesión continuó, después de una corta interrupción, como si nada hubiese pasado. Sin embargo, había una manifestación en sus puertas.
Las puertas de cristal de una entrada al parlamento habían sido cerradas para impedir la entrada de los parlamentarios del EFF y de un pequeño grupo de simpatizantes, que habían estado sentados en la galería habilitada para el público. Los ánimos en la calle se fueron calentando, y hubo varios ataques contra las puertas de cristal, que terminaron por romperse. Dos guardaespaldas ministeriales se precipitaron a cerrar las pesadas puertas de madera. Mientras tanto se podía oír a un oficial llamando con su móvil a la policía anti-disturbios, conocida oficialmente como policía del orden público.
La policía antidisturbios llegó y formó una barrera protectora cerca de la puerta destrozada, mientras que el jefe del EFF, Julius Malema, se dirigía a sus simpatizantes y a los periodistas. “Zuma nunca tendrá paz en este parlamento”, decía Malema. Según Malema, el presidente había violado las normas de su cargo, y por tanto no podía ser respetado, en vísperas del juicio en la Corte Constitucional sobre el asunto (desvío de fondos) de Nkandla. “Zuma no es el presidente legítimo de la República de Sudáfrica. No nos podemos dejar gobernar por un hombre que no fue capaz de respetar, defender y proteger la Constitución. Eso no pasará nunca delante de nuestros ojos, ni en nuestro nombre”.
Malema y el EFF pueden ser suspendidos por más de cinco días, según las normas del parlamento, manteniéndolos así fuera del resto del programa del parlamento, que terminará la semana próxima. Pero Malema dijo que el programa del EFF continuará cuando vuelvan al parlamento.
Las escalofriantes escenas tuvieron lugar un día después de que el EFF volviese al parlamento y fracasase en su intento de prohibir al parlamento que llamase a la fuerza de protección. Anteriormente, en este mismo mes de mayo, durante el debate presidencial sobre el presupuesto, el EFF fue expulsado del parlamento, después de haber presentado puntos de orden sobre la presencia del presidente Zuma.
Respondiendo en el debate al día siguiente, Zuma dijo que Mbete actuó correctamente, pero dio la impresión de dirigirse directamente al orador, añadiendo: “Creo que su grupo debería hacer más para poner orden en esta Asamblea…” Dos semanas más tarde, la Asamblea se encontraba nuevamente en una situación caótica.
Después de que los parlamentarios del EFF fuesen desalojados, el parlamentario del Movimiento Democrático Unido (United Democratic Movement: UDM), Mncedisi Filtane se dirigió a Mbete con estas palabras: “El parlamento tiene que encontrar un camino más apto para hacer frente a esta situación”. Entonces, el fiscal del distrito, John Steenhuisen, se quejó de que cuatro meses después de que los nuevos reclutas fueron introducidos en los servicios de protección del parlamento, todavía no eran identificables. Ninguno de los que echaron a la calle a los parlamentarios del EFF llevaba uniforme ni etiqueta de identificación. “Estoy chocado”, dijo, añadiendo que el Secretario del Parlamento parecía “estar sentado sobre sus manos”. Mbete prometió que ella misma se ocuparía personalmente de este asunto, y anunció el inicio de la agenda del día, preguntas al presidente. Como se ha convertido habitual, hubo muecas del presidente y mucho desagrado en los bancos de la oposición, en los que los parlamentarios tenían la impresión de que no se daba respuesta a sus preguntas.
Mbete continuó siempre en la misma línea, diciendo: el presidente ha respondido; puede ser que a un parlamentario no le guste la respuesta; pero la respuesta ha sido dada.
Fuera, la policía vigilaba a un grupo, que apoyaba al EFF con sus cantos, pero todo se calmó rápidamente a medida que la gente abandonaba las premisas del parlamento. Era un día más de vida parlamentaria.
News24
Traducido por Jesús Zubiría
(Fundación Sur)