Según informa la Agencia AP, Camerún será el primer país en administrar de forma rutinaria a los niños una nueva vacuna contra la malaria. La campaña ha sido descrita por los funcionarios como un hito en el esfuerzo de décadas para frenar la enfermedad transmitida por mosquitos en el continente africano, que representa el 95 % de las muertes por malaria en el mundo.
Aurelia Nguyen, directora de programas de la alianza de vacunas Gavi, que está ayudando a Camerún a conseguir las vacunas, señaló que “La vacunación salvará vidas. Proporcionará un gran alivio a las familias y al sistema de salud del país«.
Camerún espera vacunar a unos 250.000 niños entre el presente y el próximo año. La representante de vacunas Gavi declaró que están trabajando con otros 20 países africanos para ayudarlos a obtener la vacuna, y que se espera que esos países inmunicen a más de 6 millones de niños antes de 2025.
En África hay alrededor de 250 millones de casos de esta enfermedad parasitaria cada año, incluidas 600.000 muertes, la mayoría de ellas de niños pequeños.
Camerún utilizará la primera de dos vacunas contra la malaria recientemente aprobadas, conocida como Mosquirix. La Organización Mundial de la Salud respaldó la vacuna hace dos años, reconociendo que, aunque es imperfecta, su uso reduciría drásticamente las infecciones graves y las hospitalizaciones.
La vacuna, producida por GlaxoSmithKline, tiene sólo un 30 % de efectividad, requiere cuatro dosis y la protección comienza a desvanecerse después de algunos meses. La vacuna fue probada en África, y utilizada en programas piloto en tres países.
GSK ha dicho que sólo puede producir unos 15 millones de dosis de Mosquirix al año y algunos expertos creen que una segunda vacuna contra la malaria desarrollada por la Universidad de Oxford, y aprobada por la OMS en octubre, podría ser una solución más práctica. Esa vacuna es más barata, requiere tres dosis y el Serum Institute de la India dijo que podrían fabricar hasta 200 millones de dosis al año.
Aurelia Nguyen, del Grupo Gavi, informó que esperaban que hubiera suficientes vacunas de Oxford disponibles para comenzar a inmunizar a la gente a finales de este año.
Ninguna de las vacunas contra la malaria detiene la transmisión, por lo que otras herramientas preventivas, como los mosquiteros y la fumigación con insecticidas, seguirán siendo fundamentales. El parásito de la malaria se transmite principalmente a las personas a través de mosquitos infectados y puede causar síntomas como fiebre, dolores de cabeza y escalofríos, pudiendo llegar a causar la muerte.
Fuente: AP
[Traducción y edición, Jesús Zubiría]
[CIDAF-UCM]