El gobernador del banco central de Sudán del Sur, Johnny Ohisa Damian, al igual que sus subgobernadores, el jefe de la autoridad de ingresos del gobierno y otros dos altos funcionarios de finanzas del ministerio de finanzas y comercio sursudanés, han sido cesados fulgurantemente de sus cargos por órdenes del presidente Salva Kiir.
Esta remodelación del organigrama económico del país africano se une pues a un largo historial de reformas implementadas por el ejecutivo de Kiir en el sistema institucional sobre el que recae la elaboración de políticas macroeconómicas, y es que el actual gobierno no parece encontrar la solución a la nefasta coyuntura económica en la que se encuentra sumida el país.
La cruenta guerra civil desde 2013 hasta 2020 ha tenido nefastas consecuencias para la estructura productiva de Sudán del Sur; la perdida de capital humano y la destrucción de infraestructuras que acarreó el conflicto armado incidió de lleno sobre los motores económicos del país: la extracción de petróleo y la agricultura.
Si bien el fin de los combates tuvo consecuencias favorables para las finanzas del país, lo cierto es que el parón comercial y productivo que tuvo lugar a nivel mundial a causa de la crisis del coronavirus y la abrupta caída del precio del petróleo en 2020 acabaron por hundir las arcas nacionales.
Se trata pues del segundo gobernador destituido en un año. Esta inestabilidad en las instituciones financieras de Sudán del Sur pone de manifiesto la voluntad e impaciencia por parte de Kiir por mejorar las condiciones económicas del país a un año vista de las que serán las primeras elecciones democráticas celebradas desde el inicio de la guerra.
Fuente: Radio Tamajuz – Imagen: Wikimedia Commons
[Traducción y edición, Gabriel Castro]
[CIDAF-UCM]