Los primeros habitantes del África austral intentan mantener su modo de vida ancestral y ven poco a poco desaparecer sus tradiciones.
Los Bushmen son una etnia que cuenta con unas 5.000 personas. Están presentes en Namibia, África del Sur, y en Angola. Los de Botsuana vivian en la reserva natural de Kalahari central antes de que les echara de allí el Gobierno en el 2002.
Obligados a vivir en campos de recolocación en donde el Estado ha puesto a su disposición clínicas, casas de ladrillo y altura baja, los Bushmen están perdiendo poco a poco sus tradiciones y tienen que criar a sus ganados, aunque nunca hayan aprendido los rudimentos de esta profesión.
“Si alguien empuja a otro a un cierto medio de vida que el ignora, se encuentra confrontado con numerosas dificultades. La mayoría de ellos no conocen las enfermedades de los bovinos, como la fiebre glosopeda, que sufren los animales”, explica Juamanda Gekelebone , un bushmen granjero.
Arrancados de sus ambientes y hábitats naturales ellos han debido de renunciar a numerosas practicas ancestrales tales como la caza por lo que se encuentran a la merced del gobierno y totalmente dependientes de las ayudas.
“No podemos obtener la alimentación por nosotros mismos, aquí no hay nada que cazar o recoger por lo que ahora somos dependientes de la asistencia del gobierno”, Roy Sesana es la representante de la comunidad de New Xade.
Realojados en una zona seca y árida en donde el hombre y los animales tienen que compartir la poca agua que hay, los Bushmen acusan a Botsuana de haberlos desplazados para poder explotar una zona de diamantes, la más rica del mundo. El gobierno se defiende de estas acusaciones.
Noticias de la BBC.
Editado para Fundación Sur