La princesa Astrid y varios políticos belgas se reunieron como parte de su misión diplomática con el jefe del Gobierno de Marruecos, Saad Eddine El Othmani, y el ministro de Relaciones Exteriores, Nasser Bourita, en Rabat. El Othmani y la princesa Astrid reconocieron que existen oportunidades para impulsar la cooperación económica entre Marruecos y Bélgica. El Othmani destacó “el interés particular que Marruecos otorga» a sus socios al abrir su economía al exterior, según un comunicado de su departamento. Othmani añadió: «Queremos fortalecer los lazos culturales, humanos y económicos con Bélgica”, «Tenemos la ambición de fortalecer las relaciones, no solo entre Bélgica y Marruecos, sino también (para ir) un paso más allá, en un contexto africano”.

Durante la reunión, El Othmani destacó los logros de Marruecos en la mejora de su clima de negocios y la promoción de la inversión. Marruecos subió 9 lugares y ocupó el puesto 60 en el informe Doing Business 2019 del Banco Mundial, de un total de 190 países. El Othmani pretende que Marruecos se encuentre entre los 50 primeros países para 2021. El primer ministro agregó que los esfuerzos de Marruecos han impactado positivamente en el flujo de inversión extranjera directa, la cual ha mejorado significativamente.

El ministro belga de Asuntos Exteriores y Europeos, Didier Reynders, afirmó: «Tenemos vínculos culturales e históricos extensos, pero el potencial económico es mucho mayor que lo que se ha logrado hoy». Señaló que una comunidad de más de 500.000 personas de origen marroquí vive en Bélgica. Reynders destacó las reformas que Marruecos está emprendiendo y que deberían conducir a la estabilidad: «Estoy muy feliz de ver a Marruecos evolucionar». El ministro también cree que los belgas podrían contribuir a la estabilidad de Marruecos. Además, Didier citó el ejemplo del consorcio del grupo belga Besix y la empresa de construcción marroquí de Casablanca (TGCC), que fueron asignados el mes pasado para diseñar y construir lo que será la torre más alta de África, la Torre Mohammed VI, en Rabat.

El ministro-presidente flamenco, Geert Bourgeois, declaró: «Las relaciones comerciales con Marruecos son todavía muy limitadas». Señaló que Flandes representa el 86-87% de las exportaciones belgas al país del norte de África, y puntualizó: ”Solo estamos hablando de unos 771 millones de euros… Los dos tenemos más que ofrecer”.

En los primeros seis meses de 2018, Bélgica exportó bienes por valor de 439,3 millones de euros a Marruecos, lo que representa un aumento del 2% con respecto al mismo período de 2017. Sin embargo, las importaciones de productos marroquíes a Bélgica cayeron a 172 millones de euros, una disminución de 6,6% en comparación con el mismo periodo de 2017. Marruecos es el 44º destino de exportación más grande de Bélgica y su 61º proveedor de importación, según la Agencia Belga de Comercio Exterior. La agencia estimó las exportaciones de empresas belgas a Marruecos en 889,7 millones de euros y las importaciones en 332,8 millones de euros en 2017.

Según Bourgeois, Marruecos está invirtiendo no solo en infraestructura convencional sino también en muchos otros sectores en los que destacan las empresas flamencas, como las energías renovables y la purificación del agua. Además, Bourgeois ve a Marruecos como una puerta de entrada a África que podría beneficiar a los puertos de Amberes y Zeebrugge. Bourgeois fue a Kenitra, al norte de Rabat, donde la compañía Waterleau construyó una planta de tratamiento de aguas residuales. La delegación belga también asistió a la presentación de un proyecto de aerogenerador de la compañía belga-holandesa WindVision.

El viaje oficial, que continúa hasta el 30 de noviembre, apunta a impulsar el comercio entre los dos países. La delegación concluye la visita con una ceremonia de firma de una serie de acuerdos y Memorandos de Entendimiento (MDE).

Tarek Bazza

Fuente: Morocco World News

[Traducción y edición, Sara Gil Martín-Serrano]

[Fundación Sur]

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