Bélgica ha suspendido su cooperación militar con Ruanda como consecuencia del informe de los expertos de la ONU que acusa al régimen de Kigali de apoyar al grupo rebelde congoleño M23. Bruselas es el segundo país, tras los EEUU, que ha adoptado este tipo de decisión.
El programa de cooperación se centraba fundamentalmente en la formación de militares ruandeses, en los servicios de inteligencia y en terreno médico-militar. El ministro de Exteriores belga ha afirmado que van a dejar de participar en la formación de militares “que podrían contribuir a la desestabilización del Congo”. Ha añadido también que el 19 de noviembre se estudiará en la reunión de ministros de exteriores de la UE la cuestión de las sanciones contra el régimen de Kigali. El ministro ha mostrado ante la agencia de prensa Belga su irritación ante la implicación ruandesa en la sangrienta guerra en el este del Congo. Bruselas está exasperada al comprobar que las autoridades ruandesas se empecinan en negar su innegable apoyo al grupo rebelde M23, tal y como lo evidencian múltiples informaciones.
Por otra parte, la sociedad civil congoleña, ha exigido el 11 de noviembre, en una reunión-taller de dos días celebrada en Goma, capital del Kivu Norte, en la que han participado los coordinadores de varias provincias, ha exigido a la ONU que sancione a Ruanda por su apoyo al M23 y por la ocupación y explotación de zonas del Kivu. Como se sabe el Kivu constituye el principal foco de conflictos y tensiones en la región de los Grandes Lagos. Proliferan las milicias y grupos armados que viven de la explotación ilegal de minerales como la casiterita, el coltan y el oro. La sociedad civil congoleña reclama que se decrete un embargo al respecto.
El portavoz de la sociedad civil, John Masimango ha pedido que las autoridades ruandesas sean sancionadas por su agresión al Congo y que la Corte Penal Internacional las persiga judicialmente. Ha solicitado también que la ONU amplíe el mandato de la MONUSCO para que pueda imponer la paz y erradique la presencia de grupos armados como el M23 y otras milicias de corte tribal.
Fuentes: Jambonwes / Radio Okapi / Le Potentiel.
Traducción: Ramón Arozarena.
