Aumentan los medios de comunicación africanos mientras disminuye el número de periódicos occidentales

27/02/2009 | Opinión

Es preocupante la frecuencia con la que últimamente se ha predicho la desaparición de la industria informativa. Así, los periodistas y editores en Europa y Norte América tienen razones para estar preocupados ya que las organizaciones informativas recortan presupuestos y despiden empleados. Sin embargo, en contra de la perspectiva desalentadora de sus homólogos extranjeros, muchos periodistas africanos son optimistas con el futuro de la prensa.

“Es un buen negocio si consideramos los medios de comunicación del este de África. Me refiero a que antes de la crisis lo estaban haciendo bien. El negocio iba viento en popa”, dijo en una entrevista para MediaGlobal Albert Rudatsimburwa, director de Contact FM, la compañía de radio privada más grande de Ruanda. Sin apenas competencia por parte de los periódicos gratuitos y los medios de comunicación online, ha observado que “los periódicos, relativamente, venden más en el este de África que en Occidente”.

La tirada de periódicos kenianos incrementó en un 45% durante 2007 y, mientras en Norte América los ingresos por publicidad descendieron, en África y en Oriente Medio se incrementaron en un 13% según los datos recogidos por la Asociación Mundial de Periódicos (World Association of Newspapers o WAN), una ONG con sede en París. Larry Kilman, director de comunicaciones de la WAN, advirtió que es difícil recopilar datos sobre los medios de comunicación africanos. No obstante y a pesar de las dificultades considerables, la industria está progresando muy bien.

“Si nos fijamos en países como Kenia, Ghana y Suráfrica, las organizaciones informativas son compañías rentables, muy destacadas y bien diversificadas; ahí está el potencial del éxito”, dijo para MediaGlobal Timothy Spence, director de prensa del Instituto Internacional de Prensa (International Press Institute o IPI), una red de periodistas con base en Viena.

Mientras es probable que la actual crisis financiera mundial afecte a algunas de las inversiones del sector privado que sustentan los medios de comunicación independientes por todas partes, no parece que vaya a afectar negativamente al crecimiento constante de la industria informativa en países tales como Ruanda, donde los medios de comunicación no estatales y con ánimo de lucro son aún muy jóvenes. “Hay tanto espacio todavía libre que el impacto no es el mismo”, dijo Rudatsimburwa.

“Ahora mismo, los medios de comunicación en todo el mundo se están enfrentando a dificultades financieras excepto África. La razón por la que digo que soy optimista es porque allí hay un mercado en potencia, hay una gran cantidad de demanda de noticias”, dijo Spence.

La mayoría de las estadísticas reflejan que la demanda de noticias se está incrementando en todo el mundo. Sin embargo, mientras la mayoría de la gente lee periódicos, muchos de ellos en Europa y en Estados Unidos lo hacen a través de internet y de forma gratuita; por lo tanto, con los ingresos por publicidad en descenso, los beneficios de las estaciones de radio, televisión y medios de comunicación escritos están descendiendo.

En Francia, la venta de revistas está empezando a resentirse pero la industria de las revistas “goza de buena salud comparada con la de los diarios, que se han resentido mucho en los últimos quince años aproximadamente”, dijo en la conferencia de noticias de la semana pasada de París Jean Miot, antiguo director editorial del periódico Le Figaro y antiguo presidente de la Agencia de Prensa de Francia (Agence France Presse o AFP).

En 2008, los diarios franceses más importantes han visto cómo su circulación ha descendido en un 3% y el gobierno francés ha prometido dar cientos de millones para ayudar a estimular la industria del periódico ya que se encuentra en una posición difícil.

“Me parece normal que el estado intervenga en la crisis de la prensa y decida ayudar (a salvarla)”, dijo Miot. Advirtió que una ayuda excesiva del gobierno puede “asfixiar” a los medios independientes, pero insistió en que los medios informativos de Francia necesitan una inyección de fondos gubernamentales para sobrevivir. “Me gustan las palabras de Albert Camus”, dijo. “La prensa es la “conciencia de la nación”. Me parece completamente normal que el estado defienda esta herramienta fundamental para la democracia”.

Pero ¿debe el gobierno francés ayudar más allá de sus límites? Unos medios de comunicación fuertes pueden ser la base del trabajo preliminar para conseguir estabilidad política y crecimiento económico y Francia posee intereses en importantes políticas extranjeras de la África francófona central y occidental, donde los medios de comunicación tienden a estar menos desarrollados y son menos rentables que en el este del continente, la parte anglófona.

“Francia debería ayudar al desarrollo de la prensa, sobre todo en África”, según declaraciones de Miot para GlobalMedia, pero afirmó que el antiguo poder colonial debería andarse con cuidado a la hora de apoyar a “los medios de comunicación independientes”. Añadió que en las antiguas colonias francesas “toda intervención del estado (francés) se considera como una nueva colonización”.

Como propietario de uno de los medios de comunicación en Ruanda, un país con ganas de distanciarse él mismo del pasado francófono, Rudatsimburwa dice que lo mejor que puede hacer Francia es apartarse del camino de las inversiones del sector privado en África.

“Mi punto de vista es que ellos aseguran que construyen medios de comunicación independiente pero esto no es más que un círculo vicioso ya que no te brindan los instrumentos necesarios para que lleguen a ser independientes. Si posees medios de comunicación independientes que a su vez dependen de ayuda, entonces ¿cuánto de independientes se podrían considerar?”, dijo Rudatsimburwa.

Las monedas que comparten muchos países francófonos de África central y occidental tienen un tipo de cambio fijo con respecto al euro y los acuerdos económicos de la época colonial requieren casi todas sus reservas de moneda extranjera que continúan en el Banco de Francia. Mientras este acuerdo asegure, aparentemente, una mejor estabilidad social, algunos economistas afirman que se ha impedido la inversión privada debido la falta de tipos de interés establecidos a nivel nacional y monedas que tomen en cuenta las condiciones económicas locales.

Sin nuevos negocios que compren espacios publicitarios ni empresarios ansiosos por las noticias del día, los patrocinadores financieros encuentran pocas razones para invertir su dinero en los medios de comunicación.

“En la África francófona hay un escaso sector privado. No es un negocio de verdad y no está realmente abierto. No es algo en lo que te gustaría invertir”, dijo Rudatsimburwa.

Para los periodistas siguen existiendo retos importantes en muchas partes de África. El periodismo puede resultar difícil e incluso mortal en un entorno falto de fondos y con presiones policías de regímenes hostiles a una independencia de la prensa. La muerte, hace unas semanas, del periodista keniano se ha relacionado con sus investigaciones sobre esta presunta corrupción. Según un informe del Comité para la Protección de los Periodistas (Committee to Protect Journalists), al menos seis periodistas fueron asesinados el año pasado en África; otros veinticinco fueron encarcelados y a la mayoría de ellos no se les imputaba nada.

Mientras estos periodistas afrontan problemas que para muchos periodistas occidentales resultarían inimaginables, una nueva generación de estudiantes de periodismo africanos disfrutan de una industria de rápido crecimiento a la que aguardan con impaciencia.

“A pesar de todos los obstáculos políticos y financieros, existe un entusiasmo que no se ve en las clases de Europa y Norte América”, dijo Spence, que formaba a periodistas del este de África antes de unirse al Instituto Internacional de Prensa.

Según Rudatsimburwa, la mayoría de los licenciados en periodismo ruandeses ejercen profesiones más estables como jefe de prensa para los ministerios gubernamentales o para organismos de ayuda. Él tuvo que abandonar el país con el fin contratar casi a una plantilla entera para sus programas de radio. “Tuve que ir a Kenia para conseguir a gente que se ocupase de la sección de noticias en inglés y a Burundi para que hiciera lo mismo pero con la sección de noticias en francés”, dijo. Para los estudiantes ruandeses “todavía no merece la pena buscar trabajos en este campo ya que todavía no sienten que vayan a llegar hasta donde ellos quieren, no se trata sólo del salario sino también del entorno”.

Sin embargo, todo esto está cambiando. “Actualmente, paso a paso la gente puede ir a la universidad de periodismo, terminar y encontrar un trabajo que esté a su nivel”, dijo. “Pero esto es totalmente nuevo. Las radios privadas no empezaron hasta 2005 o 2004 así que todo es nuevo”.

Por Adelia Saunders, corresponsal de MediaGlobal.

Publicado en Garowe online, Somalia, el 24 de febrero de 2009.

Traducido por Raquel Barrajón, alumna de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid Traducción /Interpretación, colaboradora en la traducción de algunos artículos.

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