Aumenta la parte de Burkina Faso sitiada por grupos yihadistas, por Lázaro Bustince

17/11/2023 | Bitácora africana, Crónicas y reportajes

Los grupos yihadistas armados mantenían sitiadas, al menos, 46 regiones en todo Burkina Faso el pasado julio. Según ha informado recientemente Amnistía Internacional, estos grupos estaban impidiendo el acceso a alimentos y agua potable, así como secuestrando mujeres.

Amnistía dijo que la táctica estaba siendo cada vez más utilizada desde el año pasado por los grupos armados afiliados a Al Qaeda y al Estado Islámico.

Los grupos armados impiden que las poblaciones asediadas tengan acceso a «alimentos, agua potable y salud, lo que obliga a las personas a desplazarse«, afirmó el grupo de derechos humanos en un informe.

Se establecen puestos de control en las principales rutas de salida, se colocan artefactos explosivos improvisados (IED) para limitar el tráfico y se llevan a cabo ataques ocasionales contra civiles, soldados y convoyes de suministros, añadió.

«Amnistía Internacional recopiló información sobre casos de secuestros de mujeres por grupos armados en el contexto de localidades sitiadas«, dice el informe.

Señala que las ciudades, pueblos y aldeas estaban repartidos por todo el país de África occidental, pero que las regiones del norte del Sahel y del oeste de Boucle du Mouhoun se vieron particularmente afectadas.

Definió una localidad sitiada como aquella en la que el ejército y/o los Voluntarios para la Defensa de la Patria (VDP), una fuerza civil que apoya a los militares, están presentes, pero donde los grupos armados prohíben o restringen el libre acceso de personas, bienes y servicios.

Burkina Faso vio la llegada de islamistas desde Malí en 2015.

Desde entonces, más de 17.000 personas han muerto en ataques, más de 6.000 sólo desde principios de este año, según un recuento del grupo de seguimiento Armed Conflict Location and Event Data Project (ACLED).

Más de dos millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares.

El país sufrió dos golpes de Estado el año pasado, ambos provocados en parte por el descontento por el fracaso en frenar la furiosa insurgencia yihadista.

Amnistía advirtió sobre las graves consecuencias humanitarias de los brutales asedios.

Unos 373 centros de salud habían sido cerrados hasta junio debido al conflicto, lo que afectó el acceso médico de 3,5 millones de personas, según el informe.

Sin embargo, añadió que, a pesar de los esfuerzos para responder a las necesidades humanitarias, «el Gobierno burkinés ha adoptado medidas que han creado dificultades para el trabajo de las organizaciones humanitarias y el acceso de los civiles necesitados a la ayuda humanitaria«.

Encontramos una situación similar a la de Burkina Faso en el país vecino de Malí, donde los grupos yihadistas aumentan el control sobre todo el norte del país.

Lázaro Bustince

[CIDAF-UCM]

Autor

  • Nacido en Izco (Navarra), en 1942, estudió filosofía en Pamplona (1961-1964). Hizo el noviciado en Gap – Grenoble (1964-1965), con los Misioneros de África (Padres Blancos). Estudió Teología en el instituto M.I.L. de Londres, (1965-1969), siendo ordenado sacerdote en Logroño, en los Padres Blancos en 1969.

    Comenzó su actividad misionera en África en 1969, siendo enviado a la diócesis de Hoima en Uganda, donde estuvo trabajando en la educación, desarrollo y formación de líderes durante nueve años. Luego vivió un periodo de trece años en diversas ciudades europeas, trabajando en la educación y capacitación de los jóvenes (Barcelona 1979-1983)) , en Irlanda como responsable de la formación de los candidatos polacos (1983-1985), y en Polonia donde fue Rector del Primer Ciclo de Filosofía Polaco (1985-1991), y se doctoró en Teología espiritual en Lublin, donde fue nombrado profesor de la misma Universidad Católica de Lublin (KUL), de dicha ciudad, en 1991.

    Regresó a Uganda en 1992, y fue elegido Provincial de los padres Blancos de Uganda hasta 1999. Durante este periodo, fue también presidente de la Asociación de Religiosas-os en Uganda (ARU), y pionero en la construcción del Centro Nacional de Formación Continua (USFC). Además inició la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) en 1994, trabajando en la formación de líderes en JPIC.

    En 2000 y 2004 cursó estudios sobre educación en Justicia, Paz, y Transformación de Conflictos, en Dublín. Desde su regreso a Uganda, fue pionero en la capacitación de agentes sociales en JPIC, y en el establecimiento del primer Consorcio de Educación Ética (JPIIJPC), lanzado por seis Congregaciones Misioneras, en 2006. Desde el inicio, y hasta junio 2011, ostentó el cargo de primer Director del Instituto. Al mismo tiempo fue profesor invitado de Ética en la Universidad de los Mártires de Uganda (UMU).

    En septiembre de 2011 fue nombrado director general de África Fundación Sur (AFS), organismo que dejó de existir en 2021. En la actualidad sigue trabajando por África al 100 % siendo, entre otras ocupaciones, editorialista en el CIDAF-UCM.

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