
El religioso católico Anthony Njoku, en una rueda de prensa ofrecida desde la catedral de la Asunción, situada en Owerri, capital del estado de Imo, declaró que la situación de seguridad en la región “es terrible. Los secuestros con fines de extorsión, los secuestros para la extracción de órganos y las ocupaciones violentas de tierras y granjas están a la orden del día en el Estado de Imo y en las tierras igbo”.
El aumento de la inseguridad en Nigeria está afectando a toda la población, aunque especialmente a los religiosos ya que se piensa que pueden pagar mejores rescates. Njoku señaló que “entre 2015 y 2025, más de 50 sacerdotes y religiosos han sido secuestrados en las diócesis de Ahiara, Orlu, Owerri y Okigwe”, habiéndose producido dos muertes en esta última.
Según se informó en la rueda de prensa “los autores, a menudo identificados como pastores fulani, atacan con creciente audacia y crueldad”, señalando la profunda preocupación porque lamentablemente las fuerzas de seguridad “parecen impotentes. Ya sea por falta de equipamiento, capacidad insuficiente o falta de voluntad política”.
Fuente: Agencia Fides
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