En el primer caso de este tipo contra gigantes tecnológicos estadounidenses, una organización legal de derechos humanos que representa a víctimas anónimas, presentó el lunes una demanda civil contra Apple, la empresa matriz de Google Alphabet, Microsoft, Tesla y Dell en un tribunal federal de Washington, D.C. Alegan que sus enormes beneficios se están generando a partir de la explotación infantil en la República Democrática del Congo, en lo que la denuncia describe como «condiciones de la Edad de Piedra», a veces pagando con sus vidas.

Como resultado de la explosión de la industria tecnológica, yacimientos de cobalto, como los presentes en la República Democrática del Congo (RDC), han visto un aumento en su explotación para fines comerciales. Los niños congoleños se encuentran entre el principal sector de la población que están trabajando las minas, por un salario ínfimo y condiciones de trabajo precarias.

En la demanda colectiva presentada por International Rights Advocates, figuran 14 niños que fueron mutilados o asesinados tras el derrumbamiento de un túnel en una de las minas de cobalto. Según declara el informe legal, «los demandantes tienen pruebas de que estas compañías ayudaron e instigaron a la explotación de estas minas, beneficiándose de un trabajo en condiciones que condujeron a sus muertes o lesiones graves y paralizantes». Recalcaron que «el equipo de investigación de los demandantes continúa investigando a otras compañías de tecnología y automóviles y espera añadir más compañías a la demanda».

Según ha establecido, Roger-Claude Liwanga, profesor de derecho congoleño en EE.UU. y conformante del equipo jurídico de los demandantes, «este es el comienzo del fin de la impunidad para aquellos que se han beneficiado económicamente del trabajo infantil en la industria minera de la RDC. Los niños de la RDC también tienen el derecho inherente e inalienable a ser protegidos de la explotación económica«.

Cobalto, trabajo infantil y abusos de los derechos humanos:

A principios de este año, Amnistía Internacional asistió a la Cumbre del Vehículo Eléctrico Nórdico (VE) en Oslo, Noruega, en la cual advirtió que, «con más de la mitad del cobalto del mundo originado en el sur de la República Democrática del Congo, la probabilidad de que las baterías de los vehículos eléctricos estén contaminadas con trabajo infantil y otros abusos es inaceptablemente alta«.

Los defensores del IInternational Rights Advocates recalcaron la misma idea en su demanda, señalando que casi todo el cobalto proviene de las provincias de Haut-Katanga y Lualaba en el sureste del país, involucrando a niños que están siendo explotados en minas no reguladas.

El gobierno congoleño estima que el 20 % del cobalto que se exporta actualmente proviene de estas minas “artesanales”. Katanga alberga hasta 150.000 de estos mineros que se encuentran sometidos a condiciones de trabajo irregular. Muchos de estos trabajadores son niños, motivo por el cual los abogados de IRAdvocates sostienen que Apple, Tesla y los demás «han sabido durante un período de tiempo significativo» que la minería de cobalto está siendo realizada por niños, que carecen de capacidad legal para presentar una demanda por daños civiles en su propio país. Agregaron, «además, las demandas no pueden ser presentadas en la RDC porque el sistema judicial es notoriamente corrupto, virtualmente no funciona, y no ofrecería ningún remedio efectivo para las demandas de los demandantes«.

Fuente: Africa Times – Imagen: Flickr

[Traducción y edición, Claudia Durá]

[Fundación Sur]

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