Anochece que no es moco, por Félix Pérez Ruiz de Valbuena

18/10/2011 | Bitácora africana

Esto va de cine.

Soy un lechón, como dicen en mi barrio, pero no tipo Babe, el cerdito valiente. Un lechón viene a ser algo así como una lechera, la del cuento, en pequeño y en cerdo. Porque no hago más que soñar y soñar, como la lechera…
Y la cabeza me bulle con las cuentas para que esta historia de la biblioteca salga adelante y no se me acabe el dinero y sea, como dicen los pofesionales, un proyecto insostenible.

Porque la cosa, cuando llegué aquí, es que no me veían ‘sostenible’ y me tuve que dedicar a bibliotecas en vez de a escuelas para jóvenes. Y puede que tuvieran razón…

Pues a lo que íbamos, que siempre se me acaba levantando la ampolla por más que intente olvidar el pasado reciente, que lo del cine en 3D como que no me va a sacar de rico, digo de pobre… bueno lo que quiero decir, que no soy ni hombre rico ni hombre pobre, sino todo lo contrario, pobre hombre, es que no me va a resolver los números rojos de la Biblioteca.

Esto del cine en 3D me llegó como lo del cuento de la lechera y el yaquestamos.
Primero era una sala de conferencias, pero como había que ponerle un proyector en el techo pensé en hacer proyecciones de documentales para los niños de los colegios… total que te pones a mirar precios y te cuentan, como una gracia, lo de la proyección de cine en 3D con su pantalla especial y sus gafas, y ves una demo y lo chulo que queda, como en el cine profesional, y te acabas tirando a la piscina de la reproducción cinematográfica.

No os voy a aburrir con las mil y una peripecias hasta conseguir traer e instalar un cine en 3D en Burkina Faso, en la cuarta ciudad, sin técnicos de ningún tipo, con un equipo especial y una pantalla de 3×2 ms, transporte incluido. Entre mi hijo Félix, y yo mismo lo tuvimos que poner en marcha.
Tampoco los problemas que estoy teniendo para conseguir una base de películas en francés. Ni las arduas negociaciones con el BBDA (Bureau Burkinabé de Droits d’Auteur), ríete tú de la SGAE, que tiene delegado en mi ciudad y que ¡menos mal! que no se nos ocurrió ponernos a proyectar antes de conectar con ellos: me habrían crujido, según confesaron. Aquí la ley es dura, y las sanciones, sobre todo con los blancos.

Total que cuando inauguramos la biblioteca, allá por el 18 de agosto, hicimos demostraciones de cómo era esto del cine en 3D. La gente asombrada y todo el mundo insistiendo en que empezáramos ya que vendría muchísima gente…
De hecho no hay en todo Burkina Faso otra sala de cine en 3D, ni siquiera en la capital.
O como comentan muchos, en toda África del Oeste, salvo en Senegal y Costa de Marfil.

Y aquí tenéis al que os escribe sin dormir por las noches nada más que dándole vueltas a la cabeza con las cuentas de la lechera…, “pues si hacemos 3 proyecciones por cada fin de semana y llenamos (ha habido atrevidos que han llegado a sugerirme que vendría gente de Ouagadougou, la capital, a ver las películas) podemos recaudar x miles de Fcfas, que al año son, no sé cuánto, y si seguimos teniendo tantos alumnos de informática e idiomas recaudaremos x millones de Fcfas al año, más los ingresos del CYBER y los abonados a la Biblioteca, más lo que saquemos en el maquis con la venta de bebidas y pollos…”, vamos que casi me saldrían las cuentas para no tener que poner un montón de dinero de mi bolsillo y que la biblioteca fuera sostenible a largo plazo para cuando yo no estuviera…, lo que no me salían eran las amortizaciones, reposiciones y/o nuevas inversiones…

Y me sentí aceitunero y mandé quitar las mesas (es también sala de conferencias) y que pusieran más sillas en prevención de avalanchas humanas y problemas de orden público.

En mi familia decimos aceitunero al que se siente atrevidamente optimista.
Mi padre de joven compatibilizaba varios trabajos para sacar adelante a su madre y sus hermanos pequeños. En una tienda de coloniales en la que hacía recados un día tuvieron unas ventas muy elevadas y el dueño presa de un optimismo y una euforia desmedidas le espetó a mi padre: “venga muchacho, vamos a ordenar la tienda, ese bote de aceitunas ya las estás tirando…”.
Parece ser que las aceitunas cantaban su caducidad ostentosamente, pero el buen comerciante había hecho honor al gremio hasta que ese buen día creyó que podría empezar a pensar en la cadena de tiendas o las franquicias, conceptos inexistentes por otra parte en esos duros años cuarenta.

¡Já!
Ayer viernes, día del estreno mundial del CINÈMA 3D en Burkina Faso, sólo tuvimos 29 espectadores.
¿Soy lechón o no soy lechón?
O Antoñita la fantástica, como preferáis.

Hoy las cosas no han mejorado mucho, hemos tenido 34 espectadores (ayer llovió justo antes de empezar y quise creer que era por eso la escasa afluencia).

Ya he puesto los pies en el suelo y mañana vuelven a colocar las mesas y quitarán las sillas añadidas.

Veremos cómo se da la matinée del domingo para niños, con la proyección en 2D de “Kirikou y la Bruja”, película muy bonita de dibujos animados.
En todo caso ya se me ha caído el cántaro de leche porque cuando hemos ido a buscar el cuento en la biblioteca para reproducir la imagen y hacer los carteles he comprobado que ya ha desaparecido y unos cuantos más. Me temo que los libros, como es habitual en las bibliotecas, están empezando a robarlos. Esta semana haremos el primer inventario para ver cuántos faltan.
¡Alma de cántaro!, eso es lo que soy. Pero asín es la vida.
La vida no vale nada, pero cuesta un güevo.

Seguiremos la semana que viene y espero empezar pronto con la Champions League y el Canal + en el maquis, que también hemos contratado un pack especial para lugares públicos, que aquí se controlan estas cosas tanto o más que en España, por increíble que pueda parecer conociendo las carencias del país.

La verdad es que si con Piratas del Caribe 4 las cosas han ido así, no sé qué ponerles la semana que viene… Había pedido una peli porno en 3D a FNAC Francia, pero al final me han escrito que no podían servirla, con lo que echar el órdago con una peli de escándalo no será posible.
Tengo AVATAR, pero si saco ya toda la artillería pesada no sé cómo luego van a recibir EL OSO YOGUI…
Los mismos que antes me decían una cosa ahora me insisten en que intente con películas de BOLLYWOOD, que aquí el cine hindú, con sus bailes y su música y sus atrayentes historias, se lleva la palma. O bien el cine de producción local.

Uno me preguntó, inocente, si había cine burkinés en 3D, me le quedé mirando y le contesté, pacientemente, que creía que dado que el cine burkinés era de consumo mayoritariamente local y que no existía ni una sola sala así en Burkina Faso era difícil que hubieran empezado a hacer películas en 3D. Y que en todo caso el país tenía prioridades más perentorias.
Lo acabó entendiendo, pero tengo que intentar encontrar películas hindúes, con sus coros y danzas, traducidas al francés y en 3D, ¿por qué no?
Lo mismo hasta suena la flauta, pero eso ya sería un cuento de hamelines y ratones en vez de cántaros lecheros.

Original en FronteraD

Autor

  • Pérez Ruiz de Valbuena, Félix

    Félix Pérez Ruiz de Valbuena. ( Calatañazor, Soria, Diciembre 1954 ) Estudió economía . Marxista-leninista de formación política, afirma que no le sirvió para hacer nada demasiado útil en la vida universitaria, salvando quizás el Festival de los Pueblos Ibéricos. Empresario familiar comparte con sus dos hermanos la propiedad de una empresa de formación. reside actualmente en Burkina Faso con la esperanza de comenzar de nuevo con proyectos que le devuelvan la ilusión. Con tres hijos y un nieto, que le hacen felices los más de los días. Y como dice Soltero y sin compromiso. Es colaborador de la Revista Digital Frontera D con su Blog Negros sobre blanco , que iremos reproduciendo en nuestra sección de Bitácora Africana, agradeciendo a Frontera D la autorización para hacerlo y por supuesto a Félix Pérez Ruiz de Valbuena

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