Amnistía Internacional ha condenado la decisión de las autoridades españolas de devolver por la fuerza a un hombre acusado de terrorismo a Marruecos, donde se enfrenta al riesgo de ser torturado, detenido en régimen de incomunicación, y de tener un juicio injusto, según ha declarado la organización en un comunicado emitido el día 17 de diciembre.
Ali Aarrass fue extraditado desde España a Marruecos el pasado día 14 de diciembre. El hombre con doble nacionalidad, belga y marroquí, había estado detenido en España desde su arresto, en abril de 2008.
Las autoridades de Marruecos le acusan de pertenecer a una red terrorista dirigida por Abdelkader Belliraj, un belga-marroquí, que fue sentenciado a cadena perpetua el año pasado en Marruecos, después de que él y otros, fueran encontrados culpables de planificar actos terroristas.
“Al devolver por la fuerza a Ali Aarrass a Marruecos, las autoridades españolas le exponen al grave riesgo de tortura y otras violaciones de derechos humanos, entre los persistentes informes sobre abusos cometidos por las fuerzas de seguridad de Marruecos cometidas en nombre de la lucha contra el terrorismo”, señala Andrea Huber, vicedirector del programa para Europa y Asia Central de Amnistía Internacional.
“La extradición de Ali Aarrass es una violación de varios tratados de los que España forma parte, como el de la Convención Europea de los Derechos Humanos, que prohíbe en retorno de cualquier persona a un país donde pueda correr riesgo de ser torturada”.
La Extradición también rompe medidas cautelares ordenadas por el Comité de derechos humanos de la ONU, el 26 de noviembre de 2010, que pide a España que no ejecute la extradición hasta que el comité haya tomado una decisión sobre el caso.
Ni el abogado de Ali Aarrass ni sus familiares en Bélgica y España fueron notificados oficialmente de su extradición por parte de las autoridades españolas, y se enteraron de ellos por los medios de comunicación. Sus familiares no han tenido noticias del detenido ni de su paradero desde que fue detenido a su llegada a Marruecos, lo que hace que estén preocupados por su seguridad.
Su abogado dijo a Amnistía Internacional que oficiales de la interpol se llevaron a Ali Aarrass de la prisión de Valdemoro de Madrid, el día 14 de diciembre. Se cree que ha sido transferido a Casablanca, a última hora de ese mismo día.
“Ali no ha tenido apoyo de las autoridades belgas, a pesar de que es un ciudadano belga e incluso ha realizado su servicio militar allí. No hay pruebas que le relacionen con el terrorismo, ni con actividades relacionadas, sino que las sospechas han sido suficientes para extraditarle. Ya no tenemos fe en la justicia española ni belga”.
(Africa News, 20-12-10)
