Alternancia democrática en Madagascar : ¡No al monopolio de los hombres de Merina!

1/10/2018 | Opinión

madagascar_mapa_2-5.jpg Para algunos observadores, Los próximos superfavoritos en las elecciones presidenciales de Madagascar serán Andry Rajoelina, Hery Rajaonarimampianina y Marc Ravalomanana. Estos tres candidatos tienen la distinción de ser todos ex Jefes de Estado. Este no es su único punto común. También son todos hombres de la etnia Merina.

Esta opción limitada no satisface a muchos votantes. Algunos votantes no se reconocen en Andry Rajoelina. Es su derecho. Otros ya no pueden ver a Hery Rajaonarimampianina. Otros odian a Marc Ravalomanana. Nosotros los entendemos Madagascar acaba de abandonar el sistema monárquico por sufragio republicano. Esta elección implica la posibilidad de una alternancia democrática en el poder. Por lo tanto, es inaceptable que las mujeres que componen la mitad de los votantes sean retiradas del poder. Con el mismo espíritu democrático, es inconcebible que las personas costeras que constituyen la mayoría de la población malgache no puedan ostentar el poder. Ningún individuo que aspire a una democracia genuina puede argumentar seriamente que la suprema magistratura necesariamente debe regresar a un hombre de la etnia Merina.

Esta compartimentación no es solo sexista y racista. Refleja el deseo de circunscribir el poder en manos del mismo tipo y grupo de individuos. Es una forma grotesca de perpetuar una forma de sucesión monárquica. Negar la perspectiva de una toma del poder por una mujer o un no Merina es un contrasentido político. Una mujer del altiplano o de las zonas costeras es capaz de liderar este país y emprender reformas estructurales. Un candidato masculino no tiene el monopolio de la inteligencia, el sentido común y la firmeza. De la misma manera, un candidato de la costa podría traer un cambio saludable a la nación. Nadie puede decir que alguien de la costa es menos competente y patriota que un Merina. Aquellos que creen lo contrario no tienen fundamento. Incluso pueden describirse como partidarios entusiastas de la discriminación retrógrada que ya no tiene cabida en el siglo XXI. En el pasado, nuestro país estaba gobernado por reinas y presidido por gente de la costa. Estos últimos no lo hicieron peor que Andry Rajoelina, Hery Rajaonarimampianina y Marc Ravalomanana.

Nuestros compatriotas que no han profundizado la noción de alternancia y que todavía se toman como ciudadanos modernos con el pretexto de que son educados y brillan en las redes sociales, están equivocados. La alternancia democrática no es un cambio de mayoría política en el poder entre dos personas del mismo sexo o grupo étnico. Es un proyecto de sociedad favorable al progreso humano. El ciudadano moderno es aquel que toma en serio su papel de elector sin prejuicios ni ideas preconcebidas y que cree en la igualdad de oportunidades de todos los candidatos. Es bueno que Barack Obama haya sido elegido presidente de los Estados Unidos de América. Es una excelente cosa que Ellen Johnson Sirleaf haya sido elegida Presidenta de Liberia, además de recibir un Premio Nobel.

Lola R. et Ranary

Fuente: la Gazzette de la Grande ille

[Fundación Sur]

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