Mientras el presidente de Sudafrica, Jacob Zuma, asistía a una sesión sobre el estado de la nación se produjo el caos dentro del Parlamento sudafricano. El presidente, antes de la sesión, había ordenado a más de 400 soldados que mantuvieran la ley y el orden durante la sesión. La oposición protestó contra esta orden, lo que hizo que se rescindiera.
Los principales partidos de oposición, Democratic Alliance (DA) y Economic Freedom Fighters (EFF), fueron expulsados del Parlamento por el presidente de la Cámara. Los miembros de EFF alteraban el orden negándose que el presidente Zuma hablase, describiéndole como ilegal y como violador de la Constitución. Tras su expulsión, la sesión continuó con normalidad.
“Cada vez que vengo, los miembros del Parlamento abusan de mi. En vez de responder preguntas, me siento a ser llamado criminal y ladrón. Pienso que la Cámara debería hacer algo al respecto”, dijo el presidente después del incidente.
Africa News
[Traducción, Gerardo Díez]
[Fundación Sur]
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