El presidente de Guinea, Alpha Condé, anunció el viernes 28 de febrero por la noche un «ligero aplazamiento» de la fecha para el referéndum sobre una nueva Constitución y las elecciones legislativas que se celebrarían el domingo 1 de marzo, después de meses de protestas contra lo que la oposición considera como una maniobra para quedarse al poder. Condé, en una intervención inesperada en la televisión nacional, declaró que «es por responsabilidad nacional y de la región del África occidental que aceptamos un ligero aplazamiento de la fecha de las elecciones». Además, afrirmó que «Siempre debemos permanecer en el marco de la CEDEAO (Comunidad Económica de los Estados de África Occidental) y la Unión Africana». «No es una capitulación ni un paso atrás», agregó Condé, asegurando que» el pueblo de Guinea expresará libremente su elección a través del referéndum y elegirá libremente a sus diputados», sin establecer una nueva fecha.

Antes de este aplazamiento por sorpresa, los guineanos fueron convocados a votar sobre una nueva constitución, defendida como «moderna» por el jefe de Estado que indicó que la nueva constitución codificaría la igualdad de género, prohibiría la mutilación genital femenina y el matrimonio de menores y aseguraría una distribución más justa de la riqueza a favor de los jóvenes y los pobres.

La oposición cree que la nueva constitución es el subterfugio de Alpha Condé, que pronto cumplirá 82 años, un autócrata que, como muchos otros líderes africanos antes que él, tiene la intención de doblegar la Constitución a su deseo de postularse para un tercer mandato al final del año en que el actual ha expirado.

Fuente: Africa News

[Fundación Sur]

Artículos relacionados: