Los legisladores gambianos están debatiendo la controvertida propuesta de revocar la prohibición de la mutilación genital femenina (MGF), lo que podría dejar desprotegidas a millones de niñas en el país. Esta medida, programada para su votación el próximo lunes tras una segunda lectura del proyecto de ley, ha generado preocupaciones entre expertos en derechos humanos y activistas por los derechos de las mujeres y las niñas. La posible derogación de esta prohibición, instaurada en 2015 pero apenas aplicada hasta el año pasado, convertiría a Gambia en el primer país en revertir las protecciones legales contra la MGF a nivel mundial. Esto ha encendido las alarmas entre los defensores de los derechos humanos, que temen que otros países sigan este ejemplo. La iniciativa ha sido liderada por figuras masculinas, suscitando las preocupaciones sobre la representación equitativa en el debate, dado que solo cinco de los 58 legisladores que votarán son mujeres. Esto plantea interrogantes sobre la legitimidad de discutir una práctica que afecta principalmente a niñas y mujeres sin una voz significativa dentro del proceso legislativo.
Jaha Dukureh, fundadora de Safe Hands for Girls, un grupo local que busca poner fin a esta práctica declaró a The Associated Press que le preocupa que esta sea solo la primera ley en materia de derechos de la mujer que sea derogada, marcando posiblemente un precedente que podría ser aplicable a otras leyes de la misma materia. Dukureh fue sometida al procedimiento y vio a su hermana morir desangrada en consecuencia del mismo. Según Dukureh:
“Si tienen éxito con esta derogación, sabemos que podrían llegar después de la ley de matrimonio infantil e incluso de la ley de violencia doméstica. No se trata de religión sino del ciclo de control de las mujeres y sus cuerpos”
La prohibición original de la MGF fue considerada un hito en la lucha contra esta práctica, que afecta a tres cuartas partes de las mujeres y niñas en Gambia. Sin embargo, su falta de aplicación efectiva permitió que los defensores de la MGF ganaran terreno en su intento de revertirla, argumentando razones religiosas y culturales. Uno de los principales impulsores de la derogación es un influyente imán que afirma que el corte es una obligación religiosa y cultural. Sin embargo, su postura ha generado controversia, ya que anteriormente había guardado silencio cuando la prohibición fue instaurada durante el régimen del exdictador Yahya Jammeh, quien también había promovido la MGF en el pasado. La revocación de esta prohibición no solo tendría repercusiones a nivel nacional, sino que también podría tener un impacto significativo en el escenario internacional, enviando un mensaje preocupante sobre el retroceso en la protección de los derechos de las mujeres y las niñas en todo el mundo.
La Organización Mundial de la Salud señala que la circuncisión femenina no tiene beneficios para la salud y puede provocar sangrado excesivo, shock y la muerte. A largo plazo, también puede provocar infecciones del tracto urinario, problemas menstruales, dolor, disminución de la satisfacción sexual, complicaciones en el parto, así como depresión, baja autoestima y trastorno de estrés postraumático. Las niñas son sometidas al procedimiento en edades que van desde la infancia hasta la adolescencia.
UNICEF informó a principios de este mes que unos 30 millones de mujeres en todo el mundo se han sometido al procedimiento en los últimos ocho años, la mayoría de ellas en África, pero algunas en Asia y Medio Oriente.
Un estudio del Banco Mundial señala que más de 80 países tienen leyes que prohíben el procedimiento de la MGF, siendo su criminalización un paso crucial en su erradicación según los activistas; pese a ello, más de la mitad de los 92 países donde se practica la MGF cuenta con leyes que la prohíben.
Autora Ruth Maclean – Abdoulie John – Jessica Donati
Fuente The New York Times – AP News – Reuters – Imagen Wikimedia Commons – James Fulker/DFID
[Traducción y edición, Bruno Rodríguez y Micaela Llona Bavestrello]
[CIDAF-UCM]