El comisionado de acuerdos migratorios de Alemania, Joachim Stamp, miembro del Partido Democrático Libre, socio menor en la coalición gobernante, declaró que su país podría hacer uso de las instalaciones financiadas por el Reino Unido en Ruanda. Concretamente, propuso que Alemania utilizaría los alojamientos inicialmente destinados para personas deportadas desde el Reino Unido.
En declaraciones al podcast Table Briefings, Stamp sugirió que un nuevo plan podría estar orientado hacia las personas que cruzan las fronteras orientales de la Unión Europea y que podría ser supervisado por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Sin embargo, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha expresado escepticismo sobre el procesamiento de solicitudes de asilo en el extranjero, argumentando cuestiones legales preexistentes, lo que sugiere que es poco probable que la idea siga adelante.
Al igual que el Reino Unido, el gobierno alemán está bajo presión pública para abordar la migración ilegal, especialmente después del reciente éxito del partido Alternativa para Alemania (AfD) en las elecciones estatales, partido considerado de extrema derecha y antiinmigración.
El nuevo gobierno del Reino Unido descartó el plan de Ruanda, que se originó bajo los gobiernos conservadores, y que habría conllevado la deportación de solicitantes de asilo a Ruanda. El embajador alemán en el Reino Unido, Miguel Berger, realizó una distinción entre el plan ahora descartado del Reino Unido y las discusiones en Alemania, remarcando que la propuesta alemana no considera la deportación de solicitantes que ya se encuentran en el país, si no el procesamiento de nuevas solicitudes en terceros países “bajo el derecho internacional humanitario y con el apoyo de las Naciones Unidas”. Cuando se le preguntó a un portavoz de Downing Street sobre las declaraciones de Stamp, señaló que las decisiones políticas de otros países no son competencia del gobierno británico.
El Partido Laborista, que ganó las elecciones a principios de este año, había calificado el plan para Ruanda del gobierno anterior como un «truco» costoso, descartándolo poco después de llegar al poder. Cabe recalcar que el plan original se estancó por desafíos legales y no se llegó a deportar a ningún inmigrante a Ruanda, aunque, ya se habían construido los alojamientos para inmigrantes en la capital Kigali. Serían estas instalaciones las que podrían ser utilizadas por Alemania.
El Gobierno del Reino Unido informó estar evaluando la posibilidad de recuperar parte de los 220 millones de libras esterlinas pagados a Ruanda como parte del plan. Sin embargo, el Gobierno ruandés ha dicho que no se encuentra bajo la obligación de devolver el dinero.
Autora: Becky Morton
Fuente: BBC
[Traducción y edición: Micaela Llona Bavestrello]
[CIDAF-UCM]
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