Para el jefe diplomático germano en Zimbabue, la compensación para los ciudadanos alemanes que perdieron sus granjas durante las controvertidas reformas agrarias de Zimbabue es un asunto «urgente e importante». El embajador de Alemania en Zimbabue, Thorsten Hutter, dijo que la recompensa por los nacionales de su país debe ser parte del diálogo de compromiso entre Harare y la Unión Europea (UE).
Las protestas caóticas y muchas veces violentas del presidente Robert Mugabe afectaron a los inversores alemanes en el sector agrícola de Zimbabue, que se suponía estaban protegidos por los Acuerdos Bilaterales de Protección de Inversiones (BIPAS) entre ambos países. Zimbabue ahora está intentando mejorar lazos con la UE, después de años de sanciones de Bruselas por preocupaciones con el récord de Mugabe sobre derechos humanos y acusaciones de fraude electoral.
Sin embargo, después de un encuentro con el representante parlamentario Jacob Mudenda, el embajador Thorsten Hutter ha asegurado que deben discutirse los problemas que vienen de los excesos de la reforma agraria: «No hablé de esta cuestión (compensación) con el Presidente del Parlamento hoy, pero lo que puedo decir es que este asunto es importante. Tenemos un número de ciudadanos de Alemania que invirtieron aquí en Zimbabwe después de la independencia que ya no están aquí. Tenemos un caso particular en el que la cuestión de la compensación fue el veredicto de un tribunal internacional, y creo que esto es parte del proceso que el gobierno tiene que hacer».
El ministro de Finanzas, Patrick Chinamasa, dijo que el gobierno está comprometido en compensar a los antiguos agricultores comerciales blancos afectados por las reformas agrarias, pero que sus esfuerzos están siendo obstaculizados por la falta de fondos. Sin embargo, el gobierno ha dejado claro que sólo pagaría lo que describe como «mejoras» en la tierra y no por la propia tierra.
Mugabe dice que las antiguas granjas comerciales deben exigir una compensación por los antiguos colonizadores británicos. El veterano lider insiste en que sus reformas, condenadas internacionalmente, estaban dirigidas a corregir los desequilibrios históricos en la propiedad de la tierra en el país.
Fuente: New Zimbabwe
[Traducción y edición, Fernando Martín]
[Fundación Sur]
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