Cuatro soldados somalíes muertos y 11 heridos como resultado de una bomba que destruyó un convoy militar en el norte de Somalia, el 29 de Noviembre.
Al Shabaab se adjudicó la responsabilidad del ataque en las colinas de Galgala, fortaleza insurgente a unos 30 km al suroeste de Bosasso, la ciudad más grande de la región.
El jeque Abdiasis Abu Musab, portavoz de la operación militar de al Shabaab, en una llamada telefónica afirmó: «Destruimos completamente el convoy militar, ninguno escapó, los 17 soldados a bordo perecieron».
El ataque llega después de que cientos de fuerzas aliadas del gobierno, respaldado por Occidente, se preparasen para retomar la ciudad portuaria norteña de Qandala en poder de un grupo próximo a al Shabaab y leal al Estado Islámico.
Qandala está a unos 70 km al este de Bosasso y ha estado bajo el control de Abdiqadir Mumin, líder insurgente somalí, durante aproximadamente un mes.
El alcalde de Qandala, Jamac Mohamed Khurshem había manifestado estar «evaluando la situación y atacaremos el Estado Islámico lo antes posible». Por lo que, cientos de milicias progubernamentales comenzaron a moverse hacia Qandala el lunes.
Somalia ha sido destrozada por la guerra civil durante más de 25 años. Al Shabaab, vinculada a Al Qaeda, lucha contra el gobierno para imponer su propia versión estricta de la ley islámica, pero en los últimos meses ha perdido gran parte del territorio que controlaba.
Feisal Omar y Abdi Sheikh (Mogadicio)
[Traducción y edición, Marta de la Mata]
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