África Subsahariana: Su población envejece a ritmo acelerado, por Antonio Molina

11/12/2009 | Bitácora africana

ENTRE 2010 Y 2050, LAS PERSONAS DE + DE 65 AÑOS HABRÁN TRIPLICADO.

Parece una evidencia admitida por todos, que en los países en desarrollo en número de jóvenes es la tajada mayor de la tarta de la población. Algunos países tienen el 50% de su población con menos de 20 años. Según un estudio del INED – Instituto Nacional de Estudios Demográficos, – de Francia, las cosas no son tan evidentes, como a simple vista parece al observador superficial.

¿QUÉ SIGNIFICA LA PIRÁMIDE DE EDADES?

La población mundial va evolucionando gracias a dos factores: La disminución del tamaño de las familias y la prolongación de la vida de las personas maduras.

Cuando se creó el término pirámide de edades, se aplicaba a un espectro demográfico que comprendía una mayoría de población joven y una escasa proporción de personas mayores.

Ahora bien, a escala planetaria, para 2050 habrá triplicado el número de personas mayores de 65 años o más. En este mismo espacio de tiempo la población mundial total sólo habrá aumentado de un tercio. Para países como los Estados Unidos o Francia, la pirámide parecerá un cilindro, con elementos casi idénticos en todos los segmentos de edades. Si la base se estrecha por una fuerte baja de la natalidad, como en Japón, entonces la pirámide parecerá una peonza.

¿CÓMO INTERPRETAR LOS GRÁFICOS DE LAS EDADES?

Comparando los gráficos de 1950, 2000 y 2050 podemos decir que el de Europa (incluida Rusia) y el de los Estados Unidos de 1950 parecen un abeto, (el árbol de Navidad), el de 2000 parece un ciprés y el de 2050 un cohete interplanetario. China tiene en 1950, un árbol de Navidad de base ancha, en 2000, un abeto, recto en la base y panzudo hacia la mitad y el de 2050 se parece al mismo cohete lunar de los europeos y de los norteamericanos. Sin embargo, Nigeria en 1950 y 2000 tiene una base muy ancha, como un cedro del Líbano y en 2050 toma la forma del abeto euro-americano de los años 1950.

En el espacio de un siglo, Nigeria, el gigante de África con más de 150 millones de habitantes, habrá envejecido rápidamente. Lo dicho de Nigeria vale para todos los países de África subsahariana. Dentro de 40 años, el número de viejos habrá aumentado, aunque con una salvedad. Los mayores de entre 60-65 años, equivaldrán a los ancianos de 80-85 años de Europa, EE.UU. y China.

¿CUÁL SERÁ EL IMPACTO DEL SIDA EN LAS POBLACIONES
AFRICANAS?

Durante estos últimos años, a pesar de haber disminuido en algunos países como en Uganda, en otros ha aumentado. Independientemente de la perspectiva de una futura vacuna. Como la cantidad de nacimientos es muy superior, el saldo es positivo frente a las muertes por sida.

Por otro lado, el número de sidáticos que reciben tratamiento está aumentando. Según los cálculos más optimistas, la población de África va a triplicarse entre 2000 y 2100, pasando de cerca de 1000 millones a casi 3000 millones de habitantes.

¿PORQUE EL RITMO DE ENVEJECIMIENTO SE ACELERA EN LOS PAÍSES DEL SUR?

Porque la transición demográfica que resulta de la disminución de la mortalidad y de la natalidad, será mucho más rápida. Por ejemplo, en China sólo en 40 años,-de 1950 a 1990,- la mortalidad infantil pasó de 200 x 1000 a 30 x 1000, mientras que esa misma disminución necesitó en Francia siglo y medio – de 1800 a 1958,- para que la fecundidad baje la mitad, en China necesitaron 12 años (de 1972 a 1984), al contrario que en Francia, donde necesitaron siglo y medio (de 1760 a 1910).

El mismo fenómeno de envejecimiento rápido comienza a vislumbrarse en los países del Sur. Para algunos, ese fenómeno será más rápido que en China. Por ejemplo en Irán, en Vietnam y en Siria la proporción de mayores de 65 años debería pasar del 7% al 14% en 20 años. Después de haber conocido una fecundidad alta, estos países, sin tener una política del hijo único como en China, han experimentado un descenso de la tasa de natalidad extremadamente rápido.

ESTA EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA ¿PODRÁ TENER CONSECUENCIAS POSITIVAS?

En la mayoría de los países del Sur, la disminución de la natalidad está influyendo en el número de jóvenes, que cada día son menos numerosos. A la par, el número de personas mayores, aún no está creciendo mucho. Ahora, la proporción de personas activas nunca fue tan elevada. En China, por seguir con la misma referencia, el grupo de los 20 – 65 años representaba el 45% de la población total en 1970, ahora se acerca al 65%. Pero esta situación durará sólo algunas décadas.

Esto es una suerte para los países del Sur, que deben aprovecharla para desarrollarse económicamente, mientras que se preparan a invertir la pirámide, como en el Norte, a medida que se prolongue la vida y aumenten los jubilados.

¿PODRÁN SERVIR DE MODELO LOS SISTEMAS DE PENSIONES DE VEJEZ DE LOS PAÍSES DEL NORTE?

Dada la rapidez de este fenómeno, es casi seguro que el sistema de pensiones y de cotizaciones de nuestra Seguridad Social, no les sirva. Tendrán que hacer prueba de imaginación e inventar otro…

No hay que esperar que eso acontezca. Hay que empezar a pensar ya, aunque hoy esos países son jóvenes. El reto es tan grande, que quizás haya que pensar, en el marco de la ONU, a una solidaridad internacional, aunque de momento, esto nos parezca una utopía

CONCLUSIÓN

El abeto, árbol de Navidad, está repleto de regalos. Cuando éste se vaya transformando en ciprés, imagen de los cementerios, la muerte puede estar preparada para entrar en escena. Nos preguntamos, si los países sureños podrán organizar una asistencia masiva de las personas mayores, cuando éstas no residan en sus familias y necesiten albergues donde cobijarse. También habrá que, con imaginación, solucionar este problema…

En todo caso, la presión emigratoria crecerá en la primera mitad del siglo XXI, para disminuir luego, justamente cuando el Norte más necesitará de mano de obra joven, para continuar, no digo creciendo, sino sobreviviendo apenas.

Autor

  • Molina Molina, Antonio José

    Antonio José Molina Molina nació en Murcia en 1932. Desde 1955 es Misionero de África, Padre Blanco, y ya desde antes ha estado trabajando en, por y para África. Apasionado de la radio, como él relata en sus crónicas desde sus primeros pasos en el continente africano, "siempre tuve una radio pequeña en mi mochila para escuchar las noticias". Durante septiembre 2002, regresa a Madrid como colaborador del CIDAF. En octubre de 2005 aceptó los cargos de secretario general de la Fundación Sur y director de su departamento África. Antonio Molina pertenece -como él mismo dice- a la "brigada volante de los Misioneros de África", siempre con la maleta preparada... mientras el cuerpo aguante.

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