África debe desarrollar nuevas independencias: factores externos e internos (II)

19/09/2022 | Editorial

cidaf-ucm_logo_blanco-39.pngÁfrica tiene un papel fundamental que desempeñar en las soluciones del mañana. Si Occidente está interesado en el personal joven y profesional africano, en la alimentación de la población mundial, en el hidrógeno verde y en los minerales estratégicos, no podrá hacerlo sin comprometerse con África y debemos poder negociar desde una posición de fortaleza y acordar proyectos de desarrollo beneficiosos, ante todo, para los pueblos africanos.

Muchos líderes africanos y mundiales parecen más interesados en la sesión de fotos que en el resultado de esas conversaciones y en defender los intereses de sus pueblos.

Lo que está sobre la mesa y ya se ha aprobado en el Parlamento Europeo no interesa a África. La UE nos dice que gravará los productos que exportemos a sus mercados, pero pretende darnos ayudas para compensar las dificultades que tenemos con la transición energética. Esto nos está poniendo nuevamente en una situación de dependencia cuando era posible negociar de otra manera.

Centrándonos en los factores internos, que son los que los propios africanos pueden cambiar, el primero es un crecimiento más inclusivo, más humano, especialmente en la educación y la salud. África ha sido más resistente que el resto del mundo a la pandemia.

El segundo aspecto es que la fiscalidad africana debe organizarse más eficazmente. Tenemos muchos ahorros que se esfuman. Por ejemplo, los fondos de pensiones, que poseen enormes sumas de dinero que no se utilizan de forme productiva y justa.

En tercer lugar, los países africanos deben desarrollar su propio estilo de democracia. La capacidad de respetar la diversidad es el principal problema de África. Quien llega al poder se apodera de todo. Se apropia de los medios económicos, del espacio político, destruye el espacio de la diversidad cultural y étnica. Esta es una de las principales causas de nuestros problemas. Un país como Etiopía, que se estaba industrializando a gran velocidad con transformaciones y reformas sustanciales, hoy está completamente empantanado por problemas de etnicidad. Esto es lo que está socavando nuestro crecimiento y, en el caso de Etiopía, alcanzó a un país que se estaba reformando y mostraba un gran crecimiento económico.

Hay un aumento del interés de la sociedad civil y de los ciudadanos por la política en África. Las personas no aceptan fácilmente el estado de cosas que se les presenta y se están manifestando a través de numerosos movimientos sociales en unos 35 países africanos para defender la democracia, la justa gestión de recursos y los derechos humanos.

Se necesita un reajuste del espacio político. En primer lugar, el monopolio de la autoridad y la fuerza dictatorial se derrumba por todas partes. Incluso los países con regímenes bastante bien equipados con aparatos militares y de seguridad no son realmente capaces de controlar a sus poblaciones, como lo vemos en Sudáfrica, Sudán, Uganda, RDC, etc.

Los pueblos de África deben unirse, como a través de comercio panafricano, y cooperar para garantizar una gobernanza responsable, una gestión de los recursos profesional y transparente y una participación social, sobre todo de los jóvenes y de las mujeres, para resolver los conflictos por el diálogo, y para potenciar un desarrollo sostenible y el bien común.

[CIDAF-UCM]

Autor

  • Nacido en Izco (Navarra), en 1942, estudió filosofía en Pamplona (1961-1964). Hizo el noviciado en Gap – Grenoble (1964-1965), con los Misioneros de África (Padres Blancos). Estudió Teología en el instituto M.I.L. de Londres, (1965-1969), siendo ordenado sacerdote en Logroño, en los Padres Blancos en 1969.

    Comenzó su actividad misionera en África en 1969, siendo enviado a la diócesis de Hoima en Uganda, donde estuvo trabajando en la educación, desarrollo y formación de líderes durante nueve años. Luego vivió un periodo de trece años en diversas ciudades europeas, trabajando en la educación y capacitación de los jóvenes (Barcelona 1979-1983)) , en Irlanda como responsable de la formación de los candidatos polacos (1983-1985), y en Polonia donde fue Rector del Primer Ciclo de Filosofía Polaco (1985-1991), y se doctoró en Teología espiritual en Lublin, donde fue nombrado profesor de la misma Universidad Católica de Lublin (KUL), de dicha ciudad, en 1991.

    Regresó a Uganda en 1992, y fue elegido Provincial de los padres Blancos de Uganda hasta 1999. Durante este periodo, fue también presidente de la Asociación de Religiosas-os en Uganda (ARU), y pionero en la construcción del Centro Nacional de Formación Continua (USFC). Además inició la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) en 1994, trabajando en la formación de líderes en JPIC.

    En 2000 y 2004 cursó estudios sobre educación en Justicia, Paz, y Transformación de Conflictos, en Dublín. Desde su regreso a Uganda, fue pionero en la capacitación de agentes sociales en JPIC, y en el establecimiento del primer Consorcio de Educación Ética (JPIIJPC), lanzado por seis Congregaciones Misioneras, en 2006. Desde el inicio, y hasta junio 2011, ostentó el cargo de primer Director del Instituto. Al mismo tiempo fue profesor invitado de Ética en la Universidad de los Mártires de Uganda (UMU).

    En septiembre de 2011 fue nombrado director general de África Fundación Sur (AFS), organismo que dejó de existir en 2021. En la actualidad sigue trabajando por África al 100 % siendo, entre otras ocupaciones, editorialista en el CIDAF-UCM.

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