África crece a pesar nuestro, por José Julio Martín – Sacristán

6/03/2012 | Bitácora africana

El continente africano alberga 54 países, en buena parte de los cuales se vienen experimentando positivos cambios que ofrecen prometedoras posibilidades para el desarrollo de mercados. El Fondo Monetario Internacional establece que la economía del África Subsahariana creció un 5,4% en 2011. Sus cálculos mejoran el panorama para 2012: el mismo organismo prevé un crecimiento de la zona del 5,8%. ¿Hace falta recordar cuál es el desolador futuro que el FMI dibuja para España? Dos años de recesión, la imposibilidad de cumplir con el objetivo del 3% de déficit… Ante el casi apocalíptico panorama económico de nuestro país, ¿por qué nos mostramos reacios a emprender la explotación de esos mercados abalados por el propio FMI?

Seamos sinceros: hablar de África es hablar de guerras, piratas, desastres naturales, corrupción, hambrunas, secuestros de cooperantes… Existe también un lado amable, claro: el de los documentales de La 2, que presentan el continente de los hermosos paisajes, sí, pero que también refuerzan la imagen del África indómita, violenta, incivilizada y peligrosa. No es sorprendente, pues, el miedo a adentrarse en ese mundo salvaje en el que, además, las barreras culturales y la distancia comunicativa se antojan insuperables.

Sin embargo, considerando el probado efecto nocivo de las malas noticias sobre un sistema económico, cabe preguntarse por qué, pese a todo, la economía africana ha crecido tanto en los últimos años. La respuesta es clara: no sabemos qué ocurre, cómo se vive ni cómo se está desarrollando África. Estamos desinformados, tanto por la falta de datos como, sobre todo, por el exceso de imágenes falsas, por parciales e incompletas. El retrato trazado de África está coloreado por intereses particulares.

Hay dos sectores que monopolizan la información sobre África, que son responsables, ante la continua repetición de un mensaje manipulado, de la imagen que tenemos del continente: los medios de comunicación y las organizaciones no gubernamentales. Los mass media necesitan reflejar las tragedias más brutales para atraer a su público, para alcanzar, en definitiva, los datos de audiencia que les permiten conseguir anunciantes. Las ONG, cargadas de buenas intenciones, pretenden “ayudar” al mundo africano ofreciendo historias e imágenes cruentas para emocionar, para tocar la fibra sensible y conseguir que los ciudadanos del denominado primer mundo se rasquen el bolsillo. ¿Y éstas son nuestras dos principales fuentes de información?

Por fortuna, existe una institución que sí ofrece datos, hechos, sobre África: La Fundación SUR (antiguamente conocida como CIDAF), que, desde 1979, ofrece información y documentación sobre este mundo y dispone en España de la mejor biblioteca, con más de 20.000 documentos de acceso libre. A través de su Portal de Conocimiento sobre África (www.africafundacion.org), la institución pone sus preciados documentos a disposición de quien quiera de verdad descubrir el continente. Por la increíble labor que desarrolla Fundación Sur, estoy muy orgulloso de haber sido su director durante 4 años, antes de embarcarme en ésta, mi nueva aventura. Ahora, desde África Factor Humano, pretendo dar un paso más en el trabajo que allí desarrollé: arrancar la falsa careta con la que se ha cubierto África, descubrir la rica realidad que enmascaraba y, sobre todo, ofrecer el acceso a las muchas posibilidades de la fructífera economía de estos países, con un crecimiento positivo y ascendente en una época en la que los mercados europeo y americano se hunden.

Original en : África Factor Humano

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