Jules Alingete, jefe de la Inspección General de Finanzas (IGF), ha anunciado que se dedicarán anualmente en torno a 324 millones de dólares americanos para la construcción de carreteras en la República Democrática del Congo (RDC) gracias al acuerdo chino-congoleño. El jefe de la IGF ha revelado que “SICOMINES deberá financiar las infraestructuras en RDC por valor a 7.000 millones de dólares, desglosados anualmente en 324 millones cada año; aunque para el año 2024 el montante será de 624 millones”. El patrón de IGF ha precisado que el precio de referencia en las negociaciones es de 8.000 mil dólares por tonelada de cobre.
En la ceremonia de investidura el 20 de enero, el Presidente Tshisekedi anunció haber encontrado una solución para la resolución del espinoso problema de desconexión de los territorios congoleños; anunció el desembolso de medios financieros obtenidos en el marco de la renegociación del proyecto SICOMINES. El acuerdo entre la RDC y empresas mineras chinas, el llamado “contrato del siglo” en materia de cobalto y cobre, a cambio de inversiones en infraestructuras, había sido firmado en 2008 por el Presidente Joseph Kabila. Félix Tshisekedi, presidente del país desde 2019, había considerado que este contrato no beneficiaba suficientemente a los congoleños.
Los chinos han ganado mucho dinero en detrimento de los congoleños
En febrero de 2023, la IGF publicó las conclusiones finales de una auditoría solicitada por Thsisekedi sobre el acuerdo entre GECAMINES, empresa minera estatal con sede en Lubumbashi, y el Grupo de empresas chinas (GEC); lo que dio pie a la creación de la empresa chino-congoleña SICOMINES; acuerdo gracias al cual China se convirtió en el primer destinatario de las exportaciones congoleñas.
La IGF había exhortado al gobierno a que renegociara el contrato minero “para ajustar y equilibrar los deberes y ventajas de las dos partes”, ya que el firmado con China en 2008 entre China y la administración Kabila no había favorecido a la RDC.
Según la IFG, «Las empresas chinas han obtenido ganancias de cerca 10.000 millones de dólares mientras la RDC solo se ha beneficiado de 822 millones de dólares en infraestructuras”. IFG añadía que “en esta dilapidación de nuestros minerales han actuado también hijos de nuestro país que han acompañado a las empresas chinas en este macabro trabajo”.
En una entrevista con ocasión del Foro económico de Davos, en Suiza, Tshisekedi había declarado que los chinos han ganado mucho dinero gracias a este contrato. “Ahora, necesitamos simplemente reequilibrar las cosas de manera que el contrato sea entre ganador y ganador”. La renegociación del contrato formaba parte de una campaña del presidente para que la RDC sea pagada según la riqueza de sus recursos; unos recursos cada vez más solicitados. Se trata de consolidar y ampliar la cooperación chino-congoleña sobre bases que garanticen los principios del respeto mutuo, de la equidad y transparencia, en provecho tanto del pueblo congoleño como del pueblo chino.
Fuente: Politico.cd
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