El Departamento de Campañas y Redes de Manos Unidas organizó el pasado día 22 de Enero una mesa redonda sobre «El acaparamiento de tierras en Africa», un fenómeno por el que países ricos y empresas agrícolas multinacionales adquieren tierras fértiles y agua en países pobres para producir para el mercado internacional de alimentos, biocombustibles, créditos de carbono, especulación con los alimentos, etc. Este proceso afecta a las personas más pobres que se ven muchos de ellos expulsados de sus tierras. El acaparamiento de tierras es uno de los factores que hoy en día dificulta a nivel mundial garantizar una seguridad alimentaria para todos, especialmente para los más vulnerables.
Os ofrecemos la intervención de Lázaro Bustince Sola, Director General de la Fundación Sur quien, con su experiencia desarollada en Uganda durante décadas, se ha convertido en un especialista y un referente en la materia.
El acaparamiento de tierras, en África sobre todo, está alcanzando proporciones alarmantes. En el Foro Social Mundial 2011 en Dakar, Senegal, uno de los temas más cruciales fue la apropiación de tierras masivas que se está produciendo en todo el continente africano.
Se trata de una nueva lucha por África, muy similar a la loca carrerea de las potencias coloniales europeas durante el siglo 19 para dividir África entre ellas. Esta vez los actores son tanto las empresas multinacionales, como lo son también varias naciones: China, India, Corea, USA y Europa además de varios estados del golfo Pérsico, como Arabia Saudita, además de algunos países africanos como Suráfrica, Egipto, Ruanda y Uganda.
Los tres objetivos más evidentes en esta lucha por tierras en África, son: el abastecimiento de alimentos, los combustibles seguros y el acceso a recursos minerales. Es ya evidente que este negocio de la apropiación de tierras, sobre todo en el África subsahariana, se está produciendo a gran escala. Este negocio injusto se va acelerando desde 2008 cuando se produjo una gran subida del precio de alimentos debido a la escasez de trigo, maíz, arroz etc., en más de 30 países en vías de desarrollo.
Existe una carrera frenética por parte de los países poderosos y multinacionales para asegurar y controlar: la fuente y mercado de alimentos, de energía renovable y de metales raros pero preciosos…